Triunfo en Girona y tres de tres a domicilio (70-73). El UEMC Real Valladolid Baloncesto, en un partido loco y de altibajos en el que llegó a disponer de una ventaja de 13 puntos y también se vio con esa misma renta de desventaja, salió victorioso para mantener su inmaculada racha lejos de Pisuerga. Los locales tuvieron bola para ganar el partido, pero el Pucela Basket defendió y terminó sentenciando con sangre fría y maestría.
En Girona – Fontajau, así, Roberto González quería que el UEMC Real Valladolid Baloncesto se reencontrase consigo mismo, algo que quedó patente desde que se lanzó el balón al aire. Con Jaan Puidet partiendo como titular para defender a Josep Franch, el faro gerundense, el Pucela Basket no tardó en hacerse con la manija del partido.
Del 4-0 inicial se pasó a un 4-7 en un visto y no visto. Y desde entonces no perdió la iniciativa el cuadro vallisoletano. El combo estonio, gigante en defensa y asumiendo galones en ataque, comandó al equipo en los primeros minutos (11-18). El brío pucelano obligó a Carles Marco a pedir tiempo muerto, pero los foráneos volvieron por donde lo dejaron. Un ‘dos más uno’ de Tafari abrió brecha (11-21) y permitió a los castellanos anotarse el primer periodo, el cual terminó con un intercambio de triples entre Pantzar y Sàbat (18-28).
El UEMC, solidario en defensa y desplegando un buen baloncesto ofensivo, contaba con una buena renta y la anotación de ocho jugadores distintos, algo que ratificaba la gran puesta en escena blanquivioleta. El guion, no obstante, cambió drásticamente en el segundo asalto. El partido se fue al barro entre faltas, técnicas y protestas, y el cuadro visitante se atascó por completo. Tres puntos anotados en cinco minutos permitieron al cuadro catalán dilapidar buena parte de la ventaja del cuadro pucelano (26-31), en bonus desde que restaban más de cinco minutos del periodo.
Kavion Pippen apagó el fuego con cuatro puntos consecutivos y ahora fue Carles Marco quien paró el partido para reajustar sus piezas. Los blanquivioleta, que fueron superiores durante la primera mitad, sufrieron para mantener el ritmo anotador y alcanzaron el descanso con un 31-36 a favor, que se antojaba insuficiente después de haber tenido una ventaja de 13 tantos.
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Victoria en la montaña rusa
Al descanso, de ese modo, el UEMC Real Valladolid Baloncesto mandaba en la pintura (13-20 en rebotes) y eso se traducía en el resultado del partido, pero los de Carles Marco, de menos más, se habían agarrado al partido con todo. El 5/12 en triples de los locales mantenía la igualdad de un encuentro que le iba a exigir al Pucela Basket otros 20 minutos de nivel si quería llevarse la victoria del feudo gerundense.
Sàbat, con 11 puntos, y Pippen, con diez, se erigían como los máximos anotadores de un duelo que iba a cambiar radicalmente tras el paso por vestuarios. Bàsquet Girona regresó al parqué como un vendaval y en dos minutos asestó al Pucela Basket un parcial de 12-2 que acabó, de un plumazo, con la sensación de solidez demostrada en los dos primeros cuartos.
Ni siquiera el tiempo muerto de Roberto González reanimó, al menos de manera inmediata, a los blanquivioleta. Albert Sàbat, en ‘modo MVP’, se fue hasta los 21 puntos con un ‘tres más uno’ que colocaba a los catalanes con una preocupante renta de nueve puntos (47-38). Y la máxima gerundense llegó a ser de +13 (56-43), pero los castellanos, noqueados por momentos, despertaron.
Sergio de la Fuente se echó el equipo a las espaldas y comandó la reacción después de los momentos más críticos del encuentro. El Pucela se afanó atrás y pudo correr al contraataque para colocarse con un esperanzador 57-50 que, tras un estirón final, se quedó en un 58-55 antes de encarar los últimos diez minutos.
La cuarta falta personal del capitán blanquivioleta supuso un hándicap para el UEMC Real Valladolid Baloncesto en la primera posesión del cuarto periodo, pero los vallisoletanos respondieron apretando en defensa. Un triple de Kuiper y una canasta de Tafari sirvieron para empatar la contienda, empate que precedió al continuo intercambio entre gerundenses y vallisoletanos. A pesar de que fueron los pupilos de Carles Marco quienes encararon los últimos tres minutos con ventaja (68-64), pero Alec Wintering, incómodo y prácticamente inédito hasta el momento, decidió el partido.
Un triple del norteamericano y una canasta de Kuiper dieron la vuelta al marcador (68-69), pero Sàbat dio la réplica (70-69). Tras un tiempo muerto, Pippen no logró anotar y el local Schaftenaar sí lo hizo desde la larga distancia, pero la canasta fue invalidada. Y nuevamente el base estadounidense se sacó un truco de la chistera para forzar tres tiros libres cuando la posesión estaba a punto de acabarse.
70-72 y un último intento para su homólogo, Sàbat, quien, a pesar de sus 29 puntos y 7/15 en lanzamientos de tres, erró el decisivo que decantó el partido. Jordy Kuiper puso el último punto con un tiro libre a falta de dos décimas y selló la victoria blanquivioleta.
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Ficha técnica
(70) Bàsquet Girona: Josep Franch (1), Vecvagars (9), Sorolla (1), Eric Vila (11), Cosialls (8) -quinteto inicial-. También jugaron: Sabat (29), Stürup (0), Molins (-), Schaftenaar (3), Torres (-), Sevillano (0) y Pereira (8).
(73) UEMC Real Valladolid Baloncesto: Alec Wintering (9), Jaan Puidet (9), Sylvester Berg Pedersen (0), Sergio de la Fuente (10), Kavion Pippen (12) -quinteto inicial-. También jugaron: Fernando Revilla Val (-), Juan García-Abril (2), Davis Geks (2), Melwin Pantzar (14), Justin Tafari Raffington (7) y Jordy Kuiper (8).
Parciales: 18-28, 13- 8 (31-36 al descanso), 27-19 (58-55) y 12-18 (70-73 final).
Árbitros: Muñoz García, García Crespo y Fanés Marginet. Sin eliminados.
Incidencias: Partido correspondiente a la sexta jornada la liga LEB Oro, disputado en el Pavelló Girona – Fontajau el sábado 6 de noviembre.