El Real Valladolid Baloncesto continúa la trayectoria del Club Baloncesto Ciudad de Valladolid, fundado el 18 de junio de 2015 gracias a la colaboración de un grupo de personas encabezado por el histórico exjugador de la selección española y CB Valladolid ACB, Mike Hansen. Su objetivo era muy claro: mantener sano el baloncesto de la ciudad y provincia con un club referente que fuera espejo donde mirarse y motivo de orgullo para la ciudad.

A través de este proyecto se ha buscado crear una entidad de todos y para todos que pudiera regenerar el baloncesto y un equipo profesional en Valladolid. Con la mirada puesta en tener una base sólida, la filosofía se ha orientado a crecer desde abajo, con la cantera como protagonista e hilo conductor de un proyecto basado en ADN vallisoletano para la primera plantilla. Esa idea vio la luz y rápido sus responsables se pusieron a trabajar para que el primer equipo del club militara en una liga con proyección como la LEB Plata.

Pronto se palpó además que el proyecto despertaba simpatías entre la afición al baloncesto de Valladolid. Hubo que tomar decisiones rápidas y se llegó sobre la bocina, pero el trabajo de la directiva, cada uno desde su parcela, junto al rápido apoyo de parte del tejido empresarial e institucional de la ciudad hicieron que se diera de alta al nuevo club y paralelamente se obrara el milagro de inscribir al primer equipo en LEB Plata, sin perder de este modo la representación de nuestra histórica ciudad en una competición nacional Senior.

Tras la puesta de largo oficial, se siguió construyendo el edificio ladrillo a ladrillo. Así llegarían la mascota, una ardilla, el patrocinio principal, la filosofía de responsabilidad deportiva y los ilusionantes fichajes de jugadores y entrenador. Para finales de agosto se llevó a cabo, en el Campo Grande y con masiva asistencia, el acto para reclutar la esencia de este club: las pequeñas promesas llamadas a componer todos los equipos base.

El estreno en LEB Plata fue duro y estuvo marcado por el incómodo calendario asimétrico, el retraso en la llegada de varios jugadores, las lesiones y algún que otro recambio en la plantilla, lo cual pesó en exceso en el devenir del conjunto dirigido por Iñaki Martín.

No obstante, desde ese momento, la progresión de la entidad ha sido meteórica.

En la temporada 2016/2017, con Paco García en el banquillo, el conjunto vallisoletano logró el ascenso a la liga LEB Oro después de imponerse en tres eliminatorias de playoffs de forma consecutiva.

 

 

Ya en la LEB Oro, segunda categoría del baloncesto nacional, el año de debut del aquel entonces CBC Valladolid terminó con la clasificación del equipo a los playoffs de ascenso a la Liga ACB, clasificación que consiguió reeditar también en su segunda campaña en la competición.

La tercera temporada en LEB Oro, la 2019/2020, fue el más laureado de la entidad. Bajo la dirección del vallisoletano Hugo López en su primer año en el banquillo de las ardillas, el Club disputó y albergó la Copa Princesa por primera vez en su historia, aunque no pudo alzarse con el título. Semanas después, por si fuera poco, el equipo de Pisuerga fue nombrado campeón de la liga regular y se hizo con el ascenso deportivo a la Liga ACB, la primera división del baloncesto español.

 

 

En cinco años de historia, así, la entidad ha pasado de jugar en LEB Plata y dar a luz a un proyecto muy humilde a ostentar el derecho a jugar con los equipos más grandes del panorama español.

En mayo de 2020 se anuncia un acuerdo de colaboración con el Real Valladolid C.F., cambiando su imagen y denominación por los actuales.

En la actualidad, el Real Valladolid Baloncesto ha vuelto a disputar los playoffs de ascenso a la Liga ACB de manera consecutiva durante las dos últimas temporadas, quedándose a las puertas del ansiado ascenso disputando la Final Four en la temporada 2023-24.