El UEMC Real Valladolid Baloncesto sigue contando los días para recuperar jugadores y efectivos para la causa, pero la visita al Real Betis Baloncesto llegará en las mismas condiciones que los últimos compromisos: con el Pucela en cuadro y bajo mínimos. Los de Paco García afrontan una dura salida a Sevilla y lo hacen de nuevo sin Mike Torres, Martynas Zigmantavicius, lesionados; ni Devin Schmidt, quien cumplirá su último partido de sanción.

 

Es decir, que las ardillas tratarán de romper la mala dinámica y conseguir la victoria sin bases y sin el máximo anotador del equipo. Eso en cuanto a las bajas confirmadas, pero los blanquivioleta llegarán a San Pablo también con la duda de Jaan Puidet, el jugador llamado a ejercer de ‘uno’ ante las ausencias, quien sufre un proceso gripal importante que le ha impedido entrenar con normalidad durante la semana.

 

De este modo, el UEMC Real Valladolid Baloncesto encara la cita como octavo clasificado (18-13) ante uno de los inmediatos perseguidores, los béticos. El cuadro andaluz ocupa la décima posición actualmente con un balance de 14-17 y llega después de imponerse en la cancha del Guuk Gipuzkoa Basket tras una prórroga.

 

Al margen del estado del UEMC RVB, en frente de los castellanos estará un Real Betis Baloncesto que nada tiene que ver con aquel que visitó Pisuerga en la sexta jornada, allá por noviembre. Solamente ocho jugadores (sin contar canteranos) de aquel plantel continúan en el conjunto verdiblanco y han experimentado un sinfín de cambios durante los último meses y semanas, incluyendo también la llegada al banquillo del técnico Bruno Savignani.

 

No obstante, la plantilla que presentan los sevillanos está repleta de talento, de buenos jugadores en todas las posiciones y componen un equipo competitivo y de máxima entidad. Las riendas verdiblancas las lleva el veterano Lucas Faggiano, conocedor de la LEB Oro y con un bagaje internacional importante, y está muy bien acompañado por el joven Pablo Marín en la dirección. Una buena dupla a la que se suma el canterano francés Iliam Fevry.

 

En el perímetro Eddy Polanco ostenta la vitola de ser la principal amenaza y promedia 14.3 puntos por partido, con lo que está entre los diez anotadores más prolíficos de la categoría. Pero no es el único hombre a seguir. Joaquín Rodríguez, internacional con Uruguay y una de las sensaciones de la temporada, Pablo Almazán, el capitán del equipo, Ondrej Hanzlik, el talentoso exterior cedido por Baskonia, el veterano letón Rihards Kuksiks y Nedim Dedovic son el resto de armas de Savignani en la raya del 6.75. Mucha artillería. Por dentro, Emmanuel Wembi y Adriá Doménech ejercen de ala-pívots y Brooks DeBisschop y Kaspars Berzins, de 2.13, son las torres del equipo y ponen el broche a una plantilla tremendamente competitiva y que luchará hasta el final por el último billete a los playoffs de ascenso.

 

En el partido de ida, el UEMC Real Valladolid Baloncesto logró la tercera victoria de la temporada firmando un partido muy serio defensivamente ante un combativo Real Betis Baloncesto (72-66), aunque la actualidad nada tiene que ver con el precedente de principios de noviembre.

 

Ante los medios de comunicación, Paco García habló sobre el estado del equipo y cómo afronta las próximas semanas antes de los playoffs por el ascenso. “Me preocupa mucho el hecho de que tu mejor se haya tirado un mes fuera de la competición porque, aunque entrena, falta eso. Me preocupa que Mike pueda volver y me preocupa que Ziggy, después de tres semanas sin poder levantar el hombro, a ver en qué condiciones está. Y del resto del grupo, que no tiren la toalla, vamos a aguantar, a ser fuertes mentalmente, aunque vayamos recibiendo bofetones un día sí y otro también. Esperar a que volvamos a ser competitivos”.

 

El encuentro de este viernes a las 20.30 horas en el Palacio de los Deportes San Pablo de Sevilla se retransmitirá a través de la aplicación y la página web de LaLiga+, y también por la página de YouTube de LaLiga+ de manera gratuita. Los árbitros serán De Lucas de Lucas, Martín Vázquez y Arresa Quintero.