La guinda a una trayectoria larga y dorada en el mundo del baloncesto. Ángel Sierra recibirá este viernes un merecido homenaje en el pabellón Pisuerga antes de que comience el encuentro entre el Comercial Ulsa Ciudad de Valladolid y el Fundación Lucentum. Su carrera en el mundo de la canasta en Valladolid le reportará un galardón en forma de placa, la cual entregarán Nacho y Alberto Pereda, de Clínica Sur y responsables del área médica del club, delante de más de un millar de aficionados que acudirán al partido y a brindar su cariño a una importante figura en el deporte de esta ciudad.

Pocas personas o ninguna pueden sentirse orgullosos de una trayectoria con tantos éxitos y, sobretodo, tantos puestos de responsabilidad desempeñados en torno a una misma obsesión: el baloncesto. Desde luego, si alguien puede hacerlo, es Ángel Sierra. Sus comienzos tuvieron lugar en Maristas, colegio donde se ha fraguado un largo idilio con el deporte vallisoletano, y más concretamente con un grupo de cadetes. Allí pasó varios años con alguna temporada de inactividad. Y llegó el gran salto.

El punto álgido de Ángel Sierra llegó de la mano del difunto Club Baloncesto Valladolid, donde hizo de segundo entrenador en toda una liga ACB. La cima a una carrera que se había desarrollado principalmente en las categorías inferiores de los clubs, formando a jugadores y viendo crecer a los que serían los cracks del presente y el futuro. El baloncesto base siempre fue la pasión de un Ángel Sierra que, tras un año en la élite, decidió volver a sus orígenes.

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Ángel Sierra y Daniel Manso posando con el trofeo que ambos consiguieron al frente de los junior.

Del antiguo club de la ciudad al Universidad de Valladolid, donde en consiguió la medalla de plata en los campeonatos nacionales del año 2002. Pero la vida da muchas vueltas, y la carrera de Ángel Sierra no fue una excepción. Del universitario dio otro bandazo, de nuevo, hacia el extinto Blancos de Rueda Valladolid, donde desempeñó las funciones de jefe y máximo responsable de la cantera morada. Después de unos años entrenando de vuelta en Maristas, su cuna, el laureado entrenador recibió la llamada de David Enciso y decidió comenzar una segunda etapa al frente de un equipo junior del renacido CBC Valladolid, entre los cuales se encontraba Sergio de la Fuente, con quienes accedió al campeonato de España 2007 celebrado en Barakaldo, para meses más tarde volver a ejercer como jefe de cantera.

Uno de los éxitos más recientes de Ángel Sierra, junto con Dani Manso, actualmente ayudando a coordinar la cantera que dirige Sierra, fue la consecución del campeonato de Castilla y León de la temporada pasada al frente del equipo junior de la cantera del Club Baloncesto Ciudad de Valladolid, entre los que se encontraba Miguel González. Un preciado trofeo que ojalá no sea el último de una larga y prolífica carrera ligada al baloncesto vallisoletano. El laureado técnico vallisoletano compaginó su papel como entrenador de los junior con otros grupos de cadetes del mismo club, además de seguir siendo el máximo responsable de las categorías base del club. Una empresa al alcance de muy pocos, pero algo habitual para una persona con el recorrido y la experiencia de Ángel Sierra, una de las figuras más importantes del baloncesto vallisoletano. Este homenaje va por ti, Ángel.