En la prórroga, la segunda victoria del UEMC Real Valladolid Baloncesto. Y qué partido el que ojalá sea el último de la temporada en Pisuerga. El cuadro de Paco García se impuso al ICG Força Lleida (86-83) tras un encuentro que tuvo de todo y fue una montaña rusa de emociones de 45’ y que decidió en el tiempo extra desde la línea de personal. La mayor precisión de los blanquivioleta, brillantes cuando las contiendas entran en lo emocional, decidió un punto que pudo haber caído de cualquier lado, pero que pone el 2-0 en la eliminatoria de cuartos de final.

 

Porque costó un mundo y dos y tres, pero lo cierto es que los vallisoletanos llegaron con la lección aprendida del primer envite. El UEMC Real Valladolid Baloncesto, cual buen alumno, corrigió errores y firmó una gran puesta en escena. Si el jueves tocó ir a remolque desde que se lanzó la bola al aire, en esta ocasión un parcial de 8-0, todos los puntos obra de Sergio de la Fuente, sirvió para encarrilar la contienda a las primeras de cambio. Y no tardó Mike Torres en apuntarse a la fiesta con otros cinco para golpear con un imperial 13-0 que obligaba a Gerard Encuentra a pedir una tregua.

 

Pero tras el demoledor inicio blanquivioleta, llegó la igualdad a Pisuerga. Los ilerdenses se levantaron tras el tiempo muerto y comenzaron a frenar las ofensivas locales, sumando y aprovechando los errores castellanos para meterse en partida. Poco a poco, los catalanes recortaron distancias aprovechando el nivel de contactos permitido y dejaron la renta en sólo dos puntos (21-19) tras los primeros diez minutos de juego.

 

No mejoró la cosa al comienzo del segundo cuarto ni tampoco lo hizo la verbena arbitral. Con una inexplicable diferencia de criterios dependiendo del lado de la cancha en que se jugase, llegó la igualada visitante tras el dominio inicial de las ardillas (21-21). Pero eso sirvió de acicate para un Polideportivo Pisuerga con una buena entrada y que comenzaba a jugar ‘su’ partido. El público espoleó a los suyos y la respuesta sobre el parqué no se hizo esperar.

 

El UEMC Real Valladolid Baloncesto mantuvo la calma y aguantó el chaparrón de faltas, subiendo el nivel de intensidad y agresividad hasta meter a los foráneos en bonus con casi seis minutos restantes de cuarto (29-21). Mucho tiempo para sacar rédito del castigo y un filón sobre el que picar, labor en la que se afanaron las torres castellanas. Con una defensa soberbia y esta vez con Kevin Allen como referente, las terceras faltas personales de Rubén de la Torre y de Vasilije Vucetic suponían otro hándicap para Gerard Encuentra, ya con el juego interior muy cargado. Otro estirón de las ardillas, recuperando las sensaciones del inicio, sirvió para poner tierra de por medio al término de la primera mitad (42-31).

 

  • Los tiros libres deciden

 

Tras el paso por vestuarios, sin embargo, el plan de partido se desdibujó ligeramente para el cuadro del Pisuerga. Los de Paco García perdieron el orden durante varios minutos, circunstancia que aprovecharon los ilerdenses para volver a ponerse a rebufo. Cada pérdida y error fue castigado por los visitantes, solo cuatro abajo (48-44), momento en el que el técnico pucelano movió ficha.

 

Con dos bases en pista para tratar de reconducir el rumbo, el UEMC Real Valladolid Baloncesto vio cómo ICG Força Lleida, después de muchos minutos a remolque, ponía las tablas (51-51). El cambio de contexto y guion obligaba a las ardillas a dar un paso adelante y este no se hizo esperar. Desde la defensa, como no podía ser de otra manera, el cuadro pucelano amagó con volver a abrir brecha, pero el acierto de los catalanes apretó la cuerda con solo diez minutos por disputarse (59-58).

 

Favorecidos por la inercia ascendente, fueron ahora los de Gerard Encuentra quienes, con una marcha más y jugando a su ritmo, se pusieron por delante, obligando a Paco García a llamar a capítulo a los suyos (63-68). El UEMC Real Valladolid Baloncesto, sin ritmo, no veía la manera de sumar puntos ante un ICG Força Lleida que gozó de máxima de siete puntos (63-70). Fue el punto de inflexión que necesitaba Pisuerga y el cuadro local.

 

Con los dos equipos en bonus, los pucelanos sellaron su aro y el acierto catalán se redujo, por fin, dando un respiro a los locales. Poco a poco, posesión a posesión, el UEMC RVB volvió a hacer gala de la calma que sirvió para anotarse el primer punto de la serie. E iba a hacerlo una segunda vez. Un triple de Kovacevic precedió al tradicional ‘Sweet Caroline’ que termino de encender a unas ardillas que llegaban a los minutos clave con más hambre que el rival (73-72).

 

La contienda entró en un terreno emocional, de mucha presión y tensión en la que el UEMC Real Valladolid Baloncesto se desenvolvió bien. La paridad fue tal que se mantuvo hasta el último minuto, hasta el último segundo y en el que cada acción iba a decidir el sino del partido. Y más aún los tiros libres, faceta en la que los dos equipos perdonaron. La verbena arbitral, por si fuera poco y dejando a disgusto a ambos conjuntos, acabó siendo decisiva con varias faltas polémicas, pitadas y no pitadas, en ambos lados de la cancha. Incluso sobre la bocina, con una señalada favorable a ICG Força Lleida que podía desnivelar la victoria con 80-80, pero que finalmente consideraron fuera de tiempo. El partido marchaba a la prórroga.

 

Y si los últimos minutos fueron ya de infarto, el tiempo extra lo fue más si cabe. El UEMC Real Valladolid Baloncesto llegaba muy vivo a la recta final, salvado cuando se temía lo peor, y respondió mejor en el contexto decisivo. Como se preveía, el encuentro se iba a decidir en los tiros libres, en el carrusel desde la línea de personal y en favor del que mostrara más sangre fría. Fueron los blanquivioleta.

 

Mazaira se vistió de héroe y tomó el testigo que dejaba Kovacevic el jueves, colocando un tapón imperial sobre Sidibe que le daba la iniciativa a los locales. No perdonaron más desde la personal. Con 83-83, anotó un punto Sergio de la Fuente, defendió con todo el equipo y Pisuerga y Jaan Puidet puso los últimos tantos con hielo en las venas. El estonio, demostrando sus orígenes. Una última acción defensiva sobre Juani Marcos no permitió a los de Gerard Encuentra anotar de tres y el triunfo se quedó en casa de nuevo. 2-0, a Lleida y victoria en el que ojalá sea el último encuentro de Pisuerga del curso.

 

Ficha técnica:

 

(86) UEMC Real Valladolid Baloncesto: Mike Torres (26), Jaan Puidet (4), Romaric Belemene (2), Sergio de la Fuente (10), Lucas N’Guessan (8), -quinteto inicial-. También jugaron: Kevin Allen (6), Greg Gantt (2), Juan García-Abril (-), Melwin Pantzar (6), Maj Kovacevic (12), Álex Mazaira (2) y Jordy Kuiper (8).

 

(83) ICG Força Lleida: Juani Marcos (8), Álex Urtasun (7), Miguel González (9), Marko Bakovic (7), Amadou Sidibe (5) -quinteto inicial-. También jugaron: Diogo Brito (2), Rafael Villar (11), David Cuéllar (-), Jaume Lobo (14), Rubén López de la Torre (5), Vasilije Vucetic (15) y Biram Faye (-).

 

Parciales: 21-19, 21-12 (42-31), 17-27 (59-58), 21-22 (80-80) y 6-3 (86-83 final).

 

Árbitros: García León, Mas Cagide y Garvín Domingo.

 

Incidencias: Partido correspondiente al segundo encuentro de la serie de playoffs de ascenso de la Liga LEB Oro, disputado en el Polideportivo Pisuerga el sábado 27 de mayo de 2023 ante cerca de 5000 espectadores.