El IVECO Junior A RVB ha disputado, el pasado fin de semana, el torneo que reúne a las mejores canteras de baloncesto de nuestro país, entre las que se encuentra la del Pucela Basket: el Campeonato de España de Clubes. El nivel de exigencia era tremendo, los rivales del Junior A eran de un gran nivel, pero las sensaciones no han podido ser más positivas: dos de los tres partidos disputados se compitieron de una forma muy digna, a pesar de que la diferencia de nivel era evidente. No era para menos frente a Movistar Estudiantes, Joventut de Badalona y UCAM Murcia.

 

El primer partido se disputó contra Movistar Estudiantes. La diferencia a nivel físico era más que notable: los jugadores del filial madrileño eran más altos y fuertes que las ardillas, pero eso no iba a impedir que la igualdad se mantuviera hasta tres minutos antes de que finalizara el duelo. A pesar de que la desventaja final fue de 14 puntos, era resultado engañoso, ya que el partido estuvo tremendamente igualado hasta los compases finales, donde el equipo azulón dio un arreón definitivo.

 

El segundo de los partidos del IVECO Junior A RVB fue contra la Penya, el Joventut de Badalona, el cual partía uno de los equipos favoritos a llevarse el torneo. Este choque sirvió para que todos los jugadores del equipo dirigido por Raúl López, Jesús Cobreros y Álvaro Díaz jugaran entre 10 y 14 minutos. Era un encuentro para que todos los jugadores tuvieran la oportunidad de ofrecer su talento y entrega, sobre todo los que no tuvieron la oportunidad de jugar el primer partido ante Movistar Estudiantes. Se requerían todos los efectivos ante un cuadro, el catalán, que impuso su autoridad y que fue superior durante todo el encuentro.

 

El tercer y último partido era el que podía dar el pase a la siguiente fase, por lo que era importante llegar en las mejores condiciones. Y así se hizo. La primera parte de los blanquivioletas fue excelsa, llegando al descanso 8 puntos por encima de UCAM Murcia. En el tercero se bajaron los índices de anotación, pero se compensó un ejercicio intenso y efectivo de defensa. En el último asalto se empezó a notar el desgaste de los partidos ya jugados y se bajaron las prestaciones. Y eso es algo que un equipo del potencial de los murcianos no va a perdonar. En la recta final se evidenció la diferencia física de ambos equipos: los dos pívots del equipo rival sobrepasaban, con creces, los dos metros de estatura y los bases y escoltas poseían un físico imponente, rasgos que condicionaron el envite, a pesar de que los castellanos serían capaces de dar un arreón final que no fue suficiente para evitar la derrota.

 

Las sensaciones, no obstante, son inmejorables para el cuerpo técnico que encabeza Raúl López: “No se puede estar más contento con el nivel ofrecido por el equipo. Hay jugadores que han dado un paso hacia delante en lo que a competitividad se refiere. Joventut y Estudiantes no dudaron en aplaudirnos cuando aparecimos en medio de su calentamiento, haciéndonos saber que habíamos competido de una forma muy digna en el torneo”. Una experiencia más para una generación que ha llegado al nivel de codearse con las mejores canteras del país.