El Comercial Ulsa Ciudad de Valladolid lo hizo una vez más. La imposible volvió a convertirse en posible para los chicos de Paco García. Tras un partido muy serio en la complicadísima cancha del CB Morón, las ardillas lograron conseguir un triunfo que les da oxígeno y les devuelve el factor cancha. Así pues, todo se decidirá en el Polideportivo Pisuerga mañana martes, día 23 de mayo, a las 20:45. Una final en juego entre dos equipos que no dan su brazo a torcer. CBC Valladolid y Aceitunas Fragata Morón quieren seguir soñando. 

Los chicos de Paco García no se rinden. Cuanto mayor es la adversidad, más es la casta y el coraje que sacan a relucir las ardillas. Ayer, otro imposible. Match ball en cancha visitante ante un CB Morón que lleva desplegando un gran juego durante toda la serie. Los locales querían zanjar la eliminatoria en su casa al igual que hicieron en los cruces de cuartos de final contra Cambados. Sin embargo en frente tenían a los chicos de Paco García.

Tras un inicio dubitativo en el que el conjunto local logró una pequeña ventaja de tres puntos (6-3) tras un espectacular alley-oop de Olajide, los visitantes comenzarían a engranar su maquinaria. Gracias al sempiterno Sergio de la Fuente, a un inspirado Chatman y a un Sidibe colosal en la pintura los visitantes comenzaron a dar pasos de hormiguita hacia el quinto partido. A través de una defensa sería que consiguió frenar las amenazas exteriores del conjunto visitante y un ataque que veía canasta con facilidad, las ardillas lograron dar la vuelta al marcador.

Sin embargo, el run run del partido anterior sobrevolaba por el polideportivo de Morón de la Frontera. En la Alameda había demasiadas similitudes que hacían presagiar que podía ocurrir lo mismo que pasó en el tercer partido de la serie. Unos visitantes que rotaban poco y un CB Morón que si lograba enchufar a alguna de sus estrellas podría realizar un destrozo. Tal era el parecido con el partido anterior, que al descanso se llegó con el mismo el marcador. Más seis para el CBC Valladolid (36-42).

Pero en esta ocasión no hubo dejavu. Es más, se produjo exactamente todo lo contrario. Unas ardillas arrolladoras salieron al parquet para demostrar que querían que la serie se decidiera en Pisuerga. Un tercer cuarto en el que los visitantes lograron a tener una renta máxima de más 18. El CB Morón no supo leer la defensa propuesta por Paco García y tan solo logró anotar 14 puntos durante ese periodo, por los 24 de los visitantes. Restaban diez minutos para el final y todo parecía decidido.

Nada más lejos de la realidad. En a penas un minuto los locales lograron disminuir las diferencias de la barrera psicológica de los diez puntos. Tocaba sufrir de nuevo. Las ardillas parecían tener el síndrome tan típico en tenis de aquel que no sabe cerra un partido. Poco a poco la sombra del CB Morón era cada vez más alargada y llegaron incluso a tener posesión para empatar el partido. Sin embargo, un triple fallido y el posterior rebote de De La Fuente le dieron aire a un conjunto que pudo respirar casi de forma definitiva con un espectacular triple de Wade Chatman (26 puntos en total para el americano).

Ya solo quedaba cerrar el partido desde los tiros libres y esperar a que se consumiera el tiempo. Mucho tienen que agradecer los aficionados del CBC al partidazo realizado ayer por las tres figuras mencionadas. De la Fuente, Sidibe y Chatman, acompañados fielmente por un equipo cuyo espíritu de lucha parece inagotable, hicieron posible que el sueño continúe. Habrá quinto partido. Pisuerga dictará sentencia.

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