Vuelve la liga LEB Plata tras el parón por la disputa de la Copa y el Comercial Ulsa CBC Valladolid lo hará visitando la cancha del Aquimisa Laboratorio Queso Zamorano, actual colista de la tabla. Los hombres de Paco García viajan a tierras zamoranas en cuadro, con las bajas de Boubacar Sidibe (esguince de tobillo) y Miguel González (convaleciente de la intervención quirúrgica en su tabique nasal); pero con una cara nueva: la de Agustín Morales, quien debutará como ardilla. El objetivo es tan claro como complejo de conseguir, volver a la senda de la victoria y cerrar con balance positivo esta gira de derbis castellanoleoneses, tras conquistar León y caer en casa ante Ávila.

“Uno llega, pero dos se me van”, se lamentaba Paco García en la rueda de prensa previa al encuentro en Zamora. El fichaje de Agustín Morales, que ha empezado a a entrenar con el equipo a principios de semana, ha coincidido en el tiempo con la lesión de Boubacar Sidibe. El de Mali, tratando de poner un tapón durante uno de los ejercicios, cayó mal y “se destrozó”, en palabras de Paco, el tobillo izquierdo. Afortunadamente, tras las oportunas resonancia, se le ha diagnosticado un esguince de grado dos que mantendrá al pívot africano alejado de las canchas durante aproximadamente tres semanas. Respiraba aliviado el técnico de las ardillas tras conocer los resultados de las pruebas médicas.

La predisposición del jugador de Mali y la actuación de los servicios médicos están siendo claves para la recuperación del jugador: “Sidibe se lesionó el lunes y el martes ya estaba como un loco trabajando para volver”, elogió Paco García, quien también alabó a los doctores que están tratando al africano. “Todos tenemos que tirar de este carro. entre dos o tres, no se mueve”, resumió el técnico. Y dicho y hecho en el seno del equipo.

El Comercial Ulsa viajará a Zamora muy justo de efectivos, ya que a la lesión de Boubacar Sidibe, hay que sumarle la ausencia de Miguel González. El vallisoletano, intervenido quirúrgicamente de su tabique nasal el pasado jueves, estará unas tres semanas fuera de las canchas y los entrenamientos y seguirá los plazos de recuperación estipulados por los médicos. Ante tal tesitura, vital ha sido la llegada de Agustín Morales, único escolta puro en estos momentos, adaptándose aún al equipo y que tendrá a buen seguro muchos minutos en su debut como jugador carmesí.

partido trampa ante un buen ataque

A pesar de las bajas, el ambicioso objetivo sigue siendo el mismo: conseguir el triunfo en el Ángel Nieto de Zamora y seguir la estela de los líderes de la clasificación. Los locales, actuales colistas de la liga, encadenan 5 derrotas consecutivas, pero Paco García advierte: “Los números no se adecuan a lo que está haciendo Zamora, son mejores que nosotros en muchos sentidos”. Este hecho contrasta con las 10 victorias que han cosechado ya las ardillas, las mismas que en toda la campaña pasada, por las cuatro que han conseguido los zamoranos. El técnico del Comercial Ulsa saca pecho y justifica estos resultados gracias al “rigor, disciplina y trabajo” del equipo.

Además, los jugadores no estarán solos en la cancha, ya que hasta Zamora se desplazarán hasta 30 aficionados con el viaje organizado por el club para animar y alentar a los suyos para no perder comba con el grupo de cabeza. Un apoyo que será vital para las ardillas, ya que, como habitualmente reconocen, eso se nota sobre el parqué. Juntos somos más fuertes.

“defensa, rigor y disciplina”

La empresa, sin embargo, está complicada, y Paco García dejó entrever que será un partido trampa. La llave para asaltar el Ángel Nieto estará atrás. “Si jugamos a 80 puntos, no ganaremos”, admitió el técnico de las ardillas en rueda de prensa. Zamora, la peor defensa de la liga, fía sus posibilidades al acierto de cara al aro. “Tienen facilidad anotadora, son un poco Xuven Cambados: juegan posesiones cortas pero anotan mucho”, reconoció el técnico. Otro punto fuerte de los zamoranos es el poderío interior, faceta que se antoja especialmente clave por la ausencia de Boubacar Sidibe. Mukendi, de la Fuente, Davichu, Graham-Bell e incluso Daniel Astilleros, tendrán que dar el do de pecho para hacerse con los rebotes y acercar la victoria para los vallisoletanos.

Un partido trampa, en una cancha complicada, a la que se desplaza el equipo con las ausencias de Miguel González y Boubacar Sidibe, pero con la novedad de Agustín Morales y la parroquia vallisoletana, formada por unas 30 personas, que se desplazará hasta el Ángel Nieto de Zamora para alentar a los suyos y cerrar con victoria y balance positivo esta gira de derbis castellanoleoneses.