El Comercial Ulsa Ciudad de Valladolid se desplaza a Sevilla donde se enfrentará al CB Morón. Los pupilos de Paco García han recuperado para la causa a Miguel González, que jugará con máscara sus primeros minutos tras ser intervenido del tabique nasal y a Daniel Astilleros, el entregado alero que se perdió el último partido por molestias en el hombro. A la cita también acudirá Sidibe, todavía con secuelas de su esguince de grado dos, pero cuya ilusión, esfuerzo y dedicación han hecho que, si el equipo lo necesita, pueda jugar.

Quienes no podrán jugar seguro son Pablo Esteban, con la nariz rota en el partido contra Alcázar y Graham-Bell, cuya presencia en los entrenamientos podría ser una realidad a partir del lunes. Las bajas, de nuevo, el peor rival para las ardillas que han afrontado en cuadro los encuentros de las últimas semanas.
Con la gasolina justa para competir y disputar el partido como un equipo profesional, el CBC Valladolid tendrá a un duro rival en frente. El CB Morón llega en racha con cuatro victorias consecutivas, la última en casa ante un Aquimisa Laboratorios Queso Zamorano en alza.
Con un juego interior con mucha experiencia, con Chagoyen como principal baluarte, los hermanos Marín y Taylor Gafferney amenazaran la sólida defensa carmesí. Los sevillanos ya dieron buena muestra de su capacidad anotadora en el partido de ida, donde consiguieron asaltar Pisuerga 53-72 y llevarse la victoria de manera contundente.
Las posibilidades del conjunto dirigido por Paco García pasan por ajustar en defensa y volver a mostrar la solidez que ha caracterizado al equipo durante toda la temporada. Hasta hace unas semanas, el Comercial Ulsa CBC Valladolid era la mejor defensa de la liga, encajando 68 puntos por partido, pero en los últimos encuentros, las ardillas han concecido 80 contra Zamora y Alcázar.