El IVECO Mini Autonómico ha concluido su participación en el torneo celebrado en Oviedo durante el puente del Día del Trabajador con un balance positivo y muchas sensaciones optimistas para lo que resta de temporada. Aunque el equipo vivió algunos altibajos, lo cierto es que cada partido fue una prueba más para seguir progresando en su desarrollo y afianzar la cohesión grupal. En general, los jugadores dieron pasos hacia adelante, y los entrenadores destacaron la importancia de continuar con el trabajo que se ha venido realizando en los entrenamientos.
Uno de los momentos clave de la competición fue la victoria contra el San Pablo Burgos, un viejo conocido al que los jugadores ya han tenido la oportunidad de enfrentarse en diversas ocasiones. En un partido que mostró la determinación del equipo, los minis lograron una victoria ajustada que les dio un respiro para encarar los siguientes desafíos con más confianza. Pero el verdadero test para los jugadores llegó cuando se enfrentaron al Reino de León, otro equipo que nuestras ardillas conocen bien. De nuevo, los chicos del Mini Autonómico se impusieron, compitiendo a alto nivel.
No obstante, no todo fue positivo en el torneo. En su enfrentamiento contra Colindres, el equipo no pudo evitar caer debido a dos períodos que marcaron la diferencia en el resultado final. En esos dos tramos, los jugadores se sintieron agotados y las piernas ya no respondían como deberían. Sin embargo, el partido que más destacó y que sin duda será recordado como uno de los grandes hitos del torneo para el IVECO Mini Autonómico fue el enfrentamiento contra uno de los grandes favoritos: CB Oviedo. En este emocionante partido, los jugadores dieron lo mejor de sí mismos, llevando el marcador hasta el límite en un choque que terminó con una victoria impresionante de 97-101. La victoria contra CB Oviedo, un equipo con mucha experiencia y que se considera uno de los “gallos” del torneo, no solo fue un triunfo en el marcador, sino también una muestra de la capacidad de lucha y sacrificio del equipo, que supo mantener la cabeza fría en los momentos más difíciles.
A pesar de la falta de energía en algunos tramos de los partidos, las ardillas consiguieron su objetivo principal: seguir creciendo como equipo y avanzar en la temporada. Los entrenadores destacaron que los jugadores aprendieron mucho durante el torneo y ha sido un paso más en el proceso de maduración del equipo. Aunque hubo derrotas que dejaron un sabor amargo, las victorias contra rivales difíciles. A medida que avanza la temporada, el equipo tiene la certeza de que cada partido es una oportunidad para mejorar y seguir alcanzando nuevas metas.