Graham-Bell a punto de anotar en la canasta de Morón defendido por Sow y Phillips
Graham-Bell a punto de anotar en la canasta de Morón defendido por Sow y Phillips

Mañana de emociones en Pisuerga que se trasladaron a la cancha para que el partido no decepcionara. Triunfo de fe, con sufrimiento y premio, por 78-76, que se dedicó a Quino Salvo y que deja a los pucelanos estabilizados en la novena plaza con ocho victorias.

Una vez más y contagiados por la magia del momento por el homenaje al gran Quino Salvo, el BricoDepot CB Ciudad de Valladolid hizo de la necesidad virtud y peleó un difícil encuentro en el que su rival también competía por un triunfo tranquilizador.

Otra vez Iñaki hubo de sacar leche de un botijo. Exprimir al máximo sus recursos y dosificar los peones de que disponía especialmente en el juego interior. Sin Sergio y Ortega, nuevamente Shota fue la referencia interior, con la ayuda de Rowell y Astilleros, nuevamente utilizado de comodín.

Gelazonia postea para hacerse un hueco en la zona de Morón
Gelazonia postea para hacerse un hueco en la zona de Morón

Pero por fuera hoy el CBCV si pudo presumir de arsenal. Antonio Izquierdo con 17 puntos y Pablo Pérez que repartió 8 asistencias se echaron el equipo a la espalda, Tury aportó en los momentos clave y el técnico carmesí se sacó de la chistera un nueva baza, la de Miguel González, que desatascó el ataque de las ardillas y firmó un 4/4 triples.

Hoy las rotaciones funcionaron y Astilleros, Graham-Bell y Jota remataron la faena. Con esos argumentos Iñaki pudo competir, igualar el rebote y equilibrar los porcentajes de acierto en el tiro. Aunque al equipo le costó entrar en juego y encajó un 0-6 inicial, los triples de Izquierdo y Miguel y uno postrero de Tury le dieron ventaja tras los diez primeros minutos, 22-21, mitigando el dominio interior de Morón.

En el segundo cuarto la defensa de los sevillanos se le atragantó a los locales durante algunos minutos. La aprovechó Morón con Phillips y Morales haciendo mucho daño en la pintura y Alejandro Marín muy acertado desde el perímetro en momentos en los que la defensa castellana les apretaba las clavijas. Un alley-oop de Graham despertó a los suyos, 37-41, pero los andaluces se mostraron superiores y llegaron a tener nueve de renta después de un 2+1 de Morales. Astilleros sobre la bocina sólo pudo reducir la ventaja a siete, 39-46.

Después del paso por vestuarios, el acto de homenaje a Quino Salvo pareció dotar de energía renovada al BricoDepot. Sin embargo Aceitunas Fragata aún marchaba con comodidad por delante a mitad del tercer cuarto, 47-55 min.24. Pero con mayor ritmo e intensidad los carmesí obligaron de la mano de izquierdo, primero al tiempo muerto de Javier Fijo con 53-55. Después, una canasta del hiper motivado Pablo Pérez, igualó la contienda a 59. Partido nuevo y remontada culminada con un triple de Miguel González para regocijo de la parroquia local, 62-61.

Salvo junto a Hansen y otras autoridades no pierde detalle del partido
Salvo junto a Hansen y otras autoridades no pierde detalle del partido

El último periodo estuvo cargado de emoción y transcurrió con alternativas y total igualdad. Los pequeños tirones locales eran contestados por un combativo Morón, que se agarraba al sueño de romper su mala racha en Pisuerga. Pero era la mañana de Quino Salvo, de Valladolid y del BricoDepot, así que Izquierdo desde el tiro libre y las dos opciones erradas por Michael Phillips, con enganchón incluido con el bregador Rowell, dejaron un triunfo emocionante y emotivo en Pucela para alegría de los 2.200 espectadores que acudieron en un día inolvidable.

Pol. Pisuerga. La mejor entrada de la temporada. En el descanso del partido se llevó a cabo el sentido homenaje a Quino Salvo con masiva asistencia de amigos, ex jugadores, entrenadores y representantes institucionales. Asimismo, en el descanso del tercer y último cuarto, se procedió al sorteo de las zapatillas donadas por Sergio De la Fuente con las que anotó la primera canasta en la historia del club en partido oficial, que fueron entregadas al número 586 por el propio capitán carmesí al final del choque.