La cantera sigue dando buenas noticias al CBC Valladolid. En esta ocasión, el Clínica Sur Alevín C y el Clínica Sur Infantil C ganaron sus respectivos compromisos del fin de semana. Los alevines gracias a un triple en la última jugada, remontando doce puntos en la segunda parte y los infantiles supieron aprovechar su superioridad física para imponerse desde el principio.
El Clínica Sur Infantil C pasa a la segunda fase
Importante victoria de los chicos de Iván Huertes que ganaron 38-27 al San Agustín para lograr su objetivo de entrar en la siguiente ronda de la competición. Concentrados desde el primer momento, “supimos sacar ventajas físicas en la zona” señala el técnico, gracias a la superioridad física de alguno de sus jugadores. Esto se traducía en un dominio de los rebotes en ambos tableros, logrando salir rápido al contraataque y dobles oportunidades en el aro rival.
El 22-7 con el que se llegó al descanso reflejaba ese buen inicio de las ardillas, que en la segunda parte se dedicó a administrar las rentas. “Ellos se cerraron más y nos costó jugar” indica Huertes cuyo principal objetivo es que sus jugadores “aprendan a competir”. A partir de ahora tendrán unas merecidas semanas de descanso para preparar la segunda fase, a la que se han clasificado los seis primeros del grupo.
Un triple en el último minuto da la victoria al Clínica Sur Alevín C
Tensión hasta el final. Durante los seis periodos la igualdad fue máxima entre Maristas y el Alevín C del CBC Valladolid. A pesar de los 12 puntos de desventaja de las ardillas al descanso (36-24), los jóvenes entrenados por Raúl Manjon llegaron con empate a 60 a falta de diez segundos. El tiempo muerto fue fructífero y aunque la jugada prevista no salió, se logró sacar el balón a la esquina para anotar un triple vital. Quedaría tiempo para que Maristas anotara un tiro libre pero la victoria era ya de color carmesí.
En los primeros compases las ardillas “fallaron mucho, cosas fáciles” mientras los rivales estaban inspirados. Ya en la segunda parte el ritmo de juego se tranquilizó y la defensa fue “mucho más intensa”. Además la circulación de baloncesto mejoró, dando muchos más pases y consiguiendo mejores opciones de tiro. Esa mejoría permitió, poco a poco, ir reduciendo distancia hasta ese 61-63 final. El Clínica Sur Alevín C sigue inmerso en su lucha por mantenerse en el Grupo A, de mucho nivel y muy competido.