No, no es Covirán Granada. Y no, tampoco es Cambados, ni Óbila, ni siquiera Zornotza… no, el coco de estos playoffs es el Comercial Ulsa Ciudad de Valladolid, que se medirá a Fundación Lucentum Alicante en primera ronda. Los de Paco García han logrado una histórica clasificación para la promoción de ascenso a LEB Oro, pero el recorrido no termina ahí. Su temporada ha sido notable, pero el tramo final, desde la derrota en casa ante Albacete, ha sido sobresaliente. Pero en las eliminatorias que están al caer no solo importa el nivel o el estado de forma, también juega un factor clave el gen competitivo de un equipo. Y por eso las ardillas son las grandes tapadas de esta fase. Cuidado, que puede haber sustos.

Más allá del nivel de las plantilla, faceta en la que el Ciudad de Valladolid no puede ser comparado con Covirán Granada, Lucentum Alicante o Cambados; los de Paco García son, posiblemente, el equipo a evitar por cualquiera en un cruce al mejor de cinco. El enemigo público número uno. Y lo han demostrado a lo largo de la temporada: una victoria contra Sammic, campeón de LEB Plata, dos contra el segundo clasificado, Cambados; un triunfo, ¡y qué triunfo (80-59)! contra el campeón de la Copa y tercer clasificado, Covirán Granada; y los dos partidos ganados ante los alicantinos, rivales en esta ronda inaugural de la promoción. El conjunto vallisoletano ha competido contra todos los gallitos de la liga y pretende seguir haciéndolo durante las próximas semanas.

La plantilla para afrontar estos playoffs, sin embargo, puede ser algo corta, pero como reza el refrán: “Más valen poco comprometidos, que muchos por compromiso”. Y en esa tesitura se encuentra Paco García con sus jugadores. A la baja ya conocida y esperada de Antonio Izquierdo, apurando los plazos de su recuperación tras la grave lesión sufrida a principios de temporada, hay que sumarle la de Alberto García, que disputará con los junior el Campeonato de España celebrado en Bilbao, al que también se sumará Miguel González cuando no esté concentrado con la primera plantilla. Un calendario de locos para la joven promesa vallisoletana que tendrá la oportunidad de dar un paso al frente en partidos de máxima exigencia.

Por último, el técnico del Comercial Ulsa tampoco podrá contar con Davichu Ortega, quien ha solicitado la baja por paternidad hasta lo que resta de temporada. El resto del equipo estará a plena disposición y rendimiento para disputar la serie contra el cuadro alicantino, uno de los favoritos a conseguir el ascenso directo a principios de temporada pero que no ha llegado si quiera a liderar la clasificación.

Defensa, defensa y defensa

Sergio de la Fuente durante el partido ante Navarra esta temporada.

Sergio de la Fuente durante el partido ante Navarra esta temporada.

La ‘regla de los 70 puntos’ ha sido la directriz a seguir durante toda la liga regular y, como lo podía ser de otra manera, también lo será durante los playoffs. Los números hablan por sí solos: de los 17 partidos que ha ganado el CBC Valladolid en la fase regular, sólo en dos de ellos ha concedido más de 70 puntos (74 antes Cambados y 71 ante Hispagan Gandía). La cifra no es garante del éxito, ni mucho menos, pero sí facilitará la empresa a la hora de vencer al equipo alicantino.

Los de Paco García no sólo brillan por su nivel defensivo en sí, sino porque es de los pocos equipos de la garantía que sacan adelante sus partidos desde la defensa. Granada, Cambados o Lucentum, por poner algunos ejemplos, son todo lo contrario: talento anotador y un arsenal ofensivo capaz de hacer puntos desde todos los frentes y desarbolar a cualquiera que se ponga en frente. La virtud del Comercial Ulsa está en su singularidad y rigor táctico, capaz de incomodar a las mejores ofensivas de la categoría.

El club carmesí tendrá que ser capaz de llevar el partido al cinco contra cinco y defender los ataques rivales en estático, de no cometer muchas pérdidas que den pie a contraataques, no conceder rebotes ofensivos a los rivales y dominar los tableros, otro de los pilares de los vallisoletanos. Si la eliminatoria sigue este guión, el coco puede dar el primer susto a uno de los equipos llamados al ascenso a LEB Oro. Sin embargo, este sistema tiene un riesgo: si los Lucentum, Cambados o Granada tienen el día, poco se puede hacer ante semejantes talentos.

Lucentum Alicante: equipazo, experiencia y factor cancha

Hombre por hombre, salvo excepciones, se puede afirmar sin lugar a dudas que Alicante tiene mejor plantilla que Valladolid. Es la cruda realidad. Los hombres de Miguel Ángel Zapata ya tenían un gran equipo allá por septiembre cuando arrancaba la competición, pero además se han sabido reforzar durante el mercado de invierno, algo que, por contra, no han podido los vallisoletanos, salvo por el fichaje de Agustín Morales procedente de La Roda.

La muñeca de Alejandro Reyes, la veteranía de Guillermo Rejón, el talento de Álvaro Lobo, los galones de Carles Marzo, el físico de Dionte Ferguson o el trabajo de Jon Ander Aramburu, son solo algunos ejemplos de la potencia que ostenta el equipo alicantino. No hay posición que no suponga una amenaza para el aro del Ciudad de Valladolid, que tendrá que defender como nunca para sobreponerse al talento, la experiencia y el factor cancha que juega a favor de Fundación Lucentum.

Los precedentes, sin embargo, son favorables para los vallisoletanos. El CBC Valladolid, de hecho, ha sido capaz de vencer tanto en la ida como en la vuelta al conjunto alicantino, amén del sorprendente triunfo conseguido a domicilio con tan solo ocho efectivos disponibles para Paco García. Un triunfo clave para impulsar a las ardillas en la primera vuelta y llegar a Navidad con opciones de disputar la Copa, algo impensable en septiembre. En la vuelta, aquí en Pisuerga, el Comercial Ulsa consiguió vencer con claridad (79-69) certificando lo que se ha demostrado a lo largo de toda la campaña: el club carmesí puede competir contra cualquiera. Y ese es el principal aval para dar el susto a los grandes en esta promoción. Cuidado, que viene el coco.