86-75: Derroche de deseo por la permanencia

Sin Kovacevic ni Vucetic por lesión. Sin apenas descanso después de jugar el miércoles y tres partidos en apenas ocho días. Sin casi reacción tras un relevo en el banquillo… pero el UEMC RVB ofreció un derroche de deseo por la permanencia y lo dejó todo para imponerse al Odilo FC Cartagena CB, una de las revelaciones de la temporada. Tras una exhibición defensiva y una labor coral, con mención especial al estelar Eric Demers (28 puntos con 8 triples), Alejandro Paniagua se estrenó en el banquillo del Pisuerga con una victoria, la undécima del curso, trascendental para seguir creyendo y dando argumentos para la permanencia. No era sencilla la papeleta por todo lo que al UEMC RVB se refiere, y mucho menos teniendo en cuenta el rival que se presentaba en Pisuerga. Un recién ascendido que está en puestos de playoffs por derecho propio, aún con bajas también, pero la revelación junto con el Caja Rural CB Zamora era el rival que visitaba suelo vallisoletano en buena racha. Pero el Pucela dio una exhibición en muchos aspectos del juego y completó, quizá, uno de los mejores encuentros de la temporada. Con mucho ritmo y acierto presentaron sus credenciales tanto UEMC RVB como Odilo FC Cartagena CB en la penúltima jornada de liga. Los locales, más cómodos corriendo y anotando en transición; y los visitantes, con el interior Ugochukwu capitalizando las primeras posesiones, firmaron un inicio igualado y vertiginoso (6-6). Pero rápidamente los de Alejandro Paniagua se hicieron con el mando para no cederlo y mejoraron progresivamente. Demers, Mballa (firmó 18 tantos y 9 rebotes) y Torres brillaron en los primeros minutos con un UEMC RVB tirando de rotaciones cortas para paliar la falta de efectivos ante las ausencias de Vucetic y Kosavevic por lesión. Así, colgándose al contraataque por segunda vez, un mate del ala-pívot francés puso el primer estirón local (11-7) y los vallisoletanos tomaron la delantera para no perderla hasta el final. Con la segunda unidad en pista, gestionando esfuerzos y moviendo constantemente el quinteto, el conjunto del Pisuerga, pragmático y vertiginoso al contraataque, puso tierra de por medio y terminó el primer acto con un botín de 9 puntos (25-16). La buena defensa del pick and roll generó muchos problemas al cuadro murciano saltando a los 2×1, permitió a las ardillas robar, correr y distanciarse con un baloncesto rápido, dinámico y práctico. Aunque se atascó por momentos el UEMC RVB, los blanquivioleta mantuvieron a raya al Odilo FC Cartagena CB con un inmenso Josh Mballa finalizando cerca del aro, un triple de Eric Demers y manteniendo muy alto el listón defensivo (34-26). Ahí lo paró el visitante Jordi Juste con el primer tiempo muerto de la partida. Los murcianos reajustaron y mejoraron de inmediato, subiendo líneas atrás y aprovechando las pérdidas locales para responder con un parcial de 0-8 (34-32). Turno entonces de Alejandro Paniagua para hacer lo propio apenas dos minutos después, apostando entonces por un quinteto pequeño con Juanga al ‘cuatro’ y devolviendo la dirección del equipo a Mike Torres. Y así reaccionó con presteza el Pucela, parando el parcial de los cartageneros y cimentando de nuevo su renta merced a otros dos triples de Eric Demers, que se fue hasta los ¡8!. El norteamericano dio un paso adelante importante y asumió galones para liderar el estirón previo al descanso y que dejó a los blanquivioleta siete arriba (46-39). Trabajo defensivo y en el rebote superlativo Pudieron ser más los tantos de ventaja, pero las pérdidas evitables del segundo cuarto y un arbitraje tétrico (el enésimo) ajustaron las tornas y dejaban todo abierto para la segunda parte. Pero lo cierto es que el UEMC RVB había firmado una primera francamente buena. Jugando de forma práctica, fácil, encontrando buenas situaciones, sólidos en el rebote y en defensa… solo quedaba refrendarlo durante dos cuartos más. Y vaya si lo hicieron los pupilos de Alejandro Paniagua y Álvaro Díaz. El UEMC RVB regresó de vestuarios con otra marcha, con una actitud encomiable, luchando cada balón y enchufadísimos. La clave radicaba en ver si una rotación de 10 jugadores iba a tener combustible suficiente para lo que quedaba, más aún teniendo en cuenta que era el tercer partido en ocho días, pero Pisuerga también ayudó y empujó a los suyos. El cuestionable arbitraje hizo de acicate y colaboró en ese ambiente hostil que aprovechó el cuadro local para seguir distanciándose. Amén de una técnica contra el banquillo local que encendió al respetable, sobre la pista Demers y Mballa echaron más gasolina con dos triples y un mate para abrir brecha (59-47). Terminó de encenderse un Pisuerga enfervorecido. El choque iba de parciales y de nuevo fue Jordi Juste quien tuvo que pararlo. Y otra vez, con rápida reacción cartagenera. El UEMC RVB entró en barrena durante varias posesiones, pero la intensidad y agresividad hicieron que Odilo FC Cartagena CB entrara en bonus con 4 minutos por jugarse. Un triple de Agustí Sans cortó el parcial de 0-5 visitante (62-52) y Dani Manchón aprovechó esos minutos de locura que tan bien gestiona el palentino para hacer caja desde la línea de personal y mantener la ventaja por encima de los diez puntos (68-56). A pesar de los problemas en el rebote y las segundas oportunidades que sacaron los murcianos, el equipo de Alejandro Paniagua resistió los envites foráneos y llegó al último asalto 11 arriba (68-57). También con bajas Odilo FC Cartagena CB, en los últimos minutos iba a ser clave gestionar esfuerzos y ver quién tenía más piernas. Lo que sí demostraron las ardillas es que, con actitud y corazón, poco importaba el depósito y paliaron todo eso con un derroche de deseo. La buena gestión desde el banquillo también fue trascendental, con rotaciones cortas todo el partido y dando descansos programados. Esa guerra de desgaste recogió sus frutos en el periodo decisivo. El ímpetu local sacó tres faltas al cuadro murciano en apenas dos minutos y la sombra del bonus amenaza a los de Jordi Juste,

105-69: El UEMC RVB cae superado en Oviedo

El UEMC Real Valladolid Baloncesto cayó superado claramente en su visita al Pumarín de un Alimerka Oviedo Baloncesto (105-69) que mandó de principio a fin y que rompió el partido en el tercer cuarto. Los blanquivioleta no tuvieron la noche y no les salió nada en ataque, defensa ni en la lucha por el rebote, al contrario que los ovetenses, desatados desde el perímetro (15/35 en triples), más intensos y que aprovecharon el último cuarto para darse un festín. Sin Maj Kovacevic por lesión, el conjunto vallisoletano no pudo seguir el ritmo y cedió en una jornada en la que, al menos, el resto de rivales directos por la permanencia tampoco sumaron. Los visitantes, de más a menos, aguantaron el tirón de inicio ante un rival tremendamente certero desde que se lanzó la bola al aire. Samkelo Cele capitalizó las primeras posesiones del UEMC RVB y puso los primeros siete puntos de los blanquivioleta para igualar el buen inicio ovetense (7-7). Con más acierto y encontrando mejores situaciones de tiro, los de Javi Rodríguez llevaron la voz cantante en un inicio de ritmo, intensidad y puntos. Además de los problemas en defensa para contener al Alimerka Oviedo, el Pucela sufrió para cerrar el rebote y los locales se apoyaron en las segundas oportunidades y su acierto para escaparse paulatinamente. El cuarto triple carbayón, obra de un Valinotti que se fue hasta los 9 puntos, obligó a Iñaki Martín a pedir el primer tiempo muerto del choque para frenar la escapada ovetense (20-11). Nada más lejos de la realidad. El tercer zarpazo de tres del base argentino hizo que los del Pumarín prácticamente doblasen al cuadro visitante (25-13) y el quinto de los asturianos puso máxima de 15 puntos (28-13), pero la irrupción y conexión Manchón-Mballa recortó distancias en la recta final del primer cuarto (28-19). Teniendo en cuenta que el conjunto ovetense había anotado 6 triples (de 12 intentos) y doblaba en rebotes a los vallisoletanos (12-6), que la desventaja estuviera por debajo de los 10 era una buena noticia. Pero la tímida reacción pucelana quedó ahí. Los de Javi Rodríguez continuaron con más actividad atrás y acierto para volver a abrir brecha (33-19) ante un atascado UEMC RVB que no encontraba el camino hacia el aro. Pero resistieron los castellanos en el día de su comunidad. Las ardillas aguantaron el chaparrón y encontraron una vía de anotación con el bonus de Alimerka Oviedo Baloncesto, que llegó para condicionar su agresiva defensa y con cinco minutos por jugarse hasta el descanso (35-23). Poco a poco, sin hacer mucho ruido ni grandes parciales volvió al rebufo el UEMC RVB (41-33), aunque nuevamente el acierto del perímetro carbayón y el rebote ofensivo alejaron a los locales. El décimo triple del equipo asturiano (de 23 lanzamientos… por solo uno de las ardillas) cayó para darles otro estirón y esta vez mantuvieron la renta hasta el descanso (48-33). Oviedo rompe en el tercer cuarto Era una desventaja importante, sí, pero no insalvable, más aún teniendo en cuenta las últimas remontadas del UEMC RVB y el acierto inusitado de Alimerka Oviedo Baloncesto. Si remitía el chaparrón podía haber opciones, aunque los de Iñaki Martín debían mejorar y mucho en ataque y a la hora de cerrar el rebote. Demasiadas asignaturas pendientes y puntos recibidos que no encontraron solución tras el paso por vestuarios. Todo lo contrario. El equipo de Javi Rodríguez reanudó la acción varias marchas por encima de un UEMC RVB que no pudo frenar la hemorragia del perímetro ni encontró orden en ataque. Así, un parcial de 10-2 en un visto y no visto puso tierra de por medio entre ambos conjuntos y obligó a Iñaki Martín a parar el duelo apenas tres minutos después del descanso (58-35). Pero ya no hubo reacción, ni el conjunto asturiano dio pie a ello ni los castellanos pudieron reaccionar. Los de Javi Rodríguez olieron la sangre e hicieron caja para afrontar los últimos diez minutos con el partido en su mano (72-48). Sin opciones y reservando fuerzas para la antepenúltima final de la temporada, la que afrontarán los pucelanos en apenas 72 horas, el UEMC RVB capituló y terminó cayendo por 105-69 en su visita al Alimerka Oviedo Baloncesto, que se dio un festín. El consuelo, si cabe, radica en que el resto de los rivales directos por la permanencia no sumaron y la pelea se mantiene igual a falta de solo tres jornadas por disputarse. El UEMC Real Valladolid Baloncesto cerrará la serie de tres partidos en ocho días y regresará al Polideportivo Pisuerga con una nueva final ante el Odilo FC Cartagena el sábado 26 de abril a las 19.00 horas. Ficha técnica: 105 – Amics Castelló: Joaquín Valinotti (21), Raúl Lobaco (16), Francisco Amarante (9), Robert Cosialls (6), Ike Nweke (12) -quinteto inicial-. También jugaron: Loïc Menuge (7), Steven Verplancken (16), Alonso Faure (6), Marc Martí (8) y Lucas Langarita (4). 69 – UEMC Real Valladolid Baloncesto: Mike Torres (7), Eric Demers (2), Samkelo Cele (14), Shemar Wilson (8), Vasilije Vučetić (8) -quinteto inicial-. También jugaron: Juan García-Abril (0), Jaan Puidet (3), Dani Manchón (8), Gert Suvi (2), Agustí Sans (0), Sergio de la Fuente (5) y Josh Mballa (14). Parciales: 28-19, 20-14, 24-15 y 33-21 (105-69 final). Árbitros: Zafra Guerra, Palanca Page y Remisa Tramuns. Incidencias: Partido correspondiente a la trigesimoprimera jornada de la Primera FEB, disputado en el Polideportivo de Pumarón de Oviedo el miércoles 23 de abril de 2025.  

84-83: Triunfo sobre la bocina, merecido premio al Caja Rural RVB

El último partido en casa de la temporada tuvo un más que merecido premio para el Caja Rural Real Valladolid Baloncesto. Porque el filial ha merecido más de los que ha recibido, por juego, sensaciones y trabajo, pero al menos en esta ocasión la visita del De Morro Fino CantBasket04 sí se saldó con un botín para refrendar la labor del equipo de David Enciso, Álvaro Díaz, Rafa Fuertes y Alex Justo . Los blanquivioleta, así, resistieron ante el inicio intenso y certero del cuadro cántabro, enchufado con muchos triples en las primeras posesiones del partido. Ese acierto sumado a los rebotes ofensivos logrados hizo que el primer acto ya finalizara con una buena renta para los visitantes (13-26). Pero poco a poco revirtió la dinámica el cuadro pucelano. Las ardillas mejoraron atrás, crecieron en solidez y alcanzaron el descanso solamente cuatro abajo, ya que ese buen hacer atrás permitió correr, encontrar mejores situaciones de tiro y anotar con soltura. Tras la reanudación, sin embargo, el guion de partido volvió a ser el del cuarto inicial. De Morro Fino CantBasket 04 impuso su talento y sacó ventaja en el juego interior para escaparse. Pero el Caja Rural RVB se agarró, aguantó el chaparrón de acierto y calidad foránea para aguardar su momento. El equipo vallisoletano subió prestaciones en el último cuarto, mejoró notablemente y tuvo la calma y la solidez suficiente para igualar las tornas. Y en un final apretado, la experiencia adquirida durante todo el curso permitió que el conjunto de David Enciso, Álvaro Díaz, Rafa Fuertes y Alex Justo firmara un parcial de 30-19 para cerrar, con varias defensas de mucho nivel, el triunfo por 84-83.

91-86: La Resurrección se adelanta al sábado y el UEMC RVB suma la décima

¡Este UEMC RVB está muy vivo! El cuadro de Iñaki Martín sumó la décima victoria de la temporada y se llevó una nueva final por la permanencia tras imponerse a un buen Caja Rural CB Zamora. Los vallisoletanos se agarraron, creyeron y remontaron un partido trascendental que llegaron a perder por hasta 15 puntos a falta de 14 minutos (57-72), liderados por el trabajo de una segunda unidad absolutamente imperial. Porque para darle más mérito si cabe al triunfo blanquivioleta, los de Iñaki Martín lo lograron sin Maj Kovacevic, fuera por lesión, y con cero puntos de Mike Torres, dos de los estiletes ofensivos del equipo. Pero fue el día de los que trabajan en la sombra, los actores habitualmente secundarios pero brillantes ante los zamoranos, y que reventaron el último derbi del curso con un último cuarto sublime. Incluso diezmados físicamente. Los diezmados Sergio de la Fuente y Jaan Puidet, la dirección de Agustí Sans, la labor bajo los aros de Josh Mballa, gigante en los últimos cinco minutos, y el incombustible Dani Manchón, impecable siempre que hay que revolucionar un partido. Un monumento a todos ellos por su contribución a la Resurrección de Sábado Santo. Los vallisoletanos, así, llegaron a perder por hasta 15 puntos y veían la sombra de una posible derrota que hubiera supuesto un mazazo de cara a la permanencia. Pero el UEMC RVB se levantón, creyó y golpeó cuando ya no había vuelta atrás. En el derbi, sin embargo, los castellanos comenzaron en un palpable estado de nervios, conscientes de todo lo que había en juego. Fruto de esa ansiedad llegaron los numerosos fallos en el tiro que marcaron las primeras posesiones, todo lo contrario que un Caja Rural CB Zamora fluido, paciente, con confianza… y puntería. El parcial de 0-10 de salida refrendaba ese contraste de dinámicas. No habían pasado ni cuatro minutos cuando Iñaki Martín tuvo que pedir el primer tiempo muerto del encuentro. Ahí emergió la figura de Samkelo Cele para abrir la lata, cortar la sangría y responder al excelente juego de los zamoranos. El sudafricano puso ocho puntos consecutivos para mantener el pulso anotador (8-15) y la contienda entró en un concurso de triples con protagonistas no habituales. Wilson y Mballa se sumaron a la fiesta de tres y con sendos zarpazos colocaron al Pucela a tiro (14-17). Un nuevo estirón del cuadro de Saulo Hernández y Roberto González puso una renta momentánea de ocho (18-26), pero un fulgurante sprint final liderado por el ‘7’ local (terminó el cuarto con 10 tantos) lo dejó en tres tras el primer asalto (23-26). De menos a más, los de Iñaki Martín ya habían vuelto hasta en dos ocasiones y solo habían transcurrido diez minutos. Pero es que a estas alturas de la película cada cuarto iba a ser una guerra. En la siguiente entrega, sin embargo, el UEMC RVB dio otro pasito de mejora, cerrando mejor su aro ante las imponentes torres zamoranas con un gigante Mballa. La diferencia en centímetros (2.03 por los 2.13 y 2.24 de sus pares) no impidió al francés marcar las diferencias tanto atrás como adelante (anotó su segundo triple de la noche), y junto con Dani Manchón, también certero desde la esquina, llevaron a los pucelanos a la igualada tras muchos minutos remando (32-32). Variando el plan defensivo, con Sergio de la Fuente en pista y el capitán dominando a base de corazón, de entrega y se sacrificio, el UEMC RVB confirmó esa latente mejoría con su primera ventaja del partido tras 15 minutos. Los de Iñaki Martín tomaron el mando de forma efímera (36-34) liderados por el eterno ‘22’ blanquivioleta, pero el equipo de Saulo Hernández, fiel a su estilo y catalizados por su buena dinámica, ni se inmutó. Tras el tiempo muerto del preparador zamorano los foráneos reanudaron la acción con tres triples para abrir brecha (41-48), pero ahí tampoco se descompuso el Pucela en el tira y afloja. La buena labor blanquivioleta en los últimos minutos del cuarto permitió alcanzar el descanso con solo un punto de diferencia y tras un mate Jordanesco de Shemar (51-52). El triunfo del banquillo Pero si los del Pisuerga querían la victoria tenían que cerrar el rebote (14-22) y defender mejor, mucho mejor. Porque al ecuador del partido daba la sensación, no plasmada en el tanteo afortunadamente, de que Caja Rural CB Zamora anotada con mucha facilidad y al UEMC RVB le costaba un mundo hacer lo propio. Cuestión de dinámicas. Pero tras el descanso, el conjunto castellano cometió los mismos errores que al inicio y se repitió el guion que abrió el partido. Errático e incapaz de encontrar buenas situaciones, el equipo local se vio superado por un Caja Rural CB Zamora excelso a la hora de encontrar buenos tiros y puntería para escaparse de nuevo (54-66). A pesar del tiempo muerto de Iñaki Martín tras apenas tres minutos de juego, el Pucela no salió de su estado de nervios con pérdidas sin oposición, balones que se escapaban o botaban en pie propio. Tampoco pudo subir prestaciones en defensa y los de Saulo Hernández se fueron hasta los 15 de diferencia (57-72). Ese fue el punto de inflexión decisivo, ya que desde entonces los del Pisuerga solo permitieron 14 puntos del adversario. Obligado por las circunstancias, el técnico del UEMC RVB arriesgó y pidió un nuevo tiempo muerto, lo que le dejaba tan solo uno para los 14 minutos restantes. Salió cara. Mejoraron algo las ardillas, lo suficiente como para bajar la brecha hasta los 10 puntos pero todavía lejos de poder dar la vuelta a la contienda (66-76), aunque fue el inicio del vendaval final. La buena noticia es que todavía quedaba un cuarto para obrarlo y había vida después de verse contra las cuerdas y casi noqueados. Y el UEMC RVB aprovechó esa vida extra que tenía. Lejos de la brillantez, pero sí con orgullo y casta, los de Iñaki Martín se bajaron al barro comandados por Puidet y Sergio de la

81-88: El UEMC RVB cae y cede el basketaverage ante Cantabria

Derrota doblemente dolorosa del UEMC Real Valladolid Baloncesto, que vio vista frenada en seco su escapada de los puestos de descenso. En un duelo clave y que podía suponer dar un paso de gigante hacia el objetivo, los blanquivioleta cayeron ante el Grupo Alega Cantabria de Lolo Encinas y en lugar de avanzar, dieron un paso hacia atrás tras un encuentro muy físico, de un enorme nivel de contactos, poco acierto de los locales y marcado por un último cuarto en el que se vieron superados por los cántabros. En un duelo directo y que se iba a decidir en lo pasional, los vallisoletanos no tuvieron las piernas o la claridad suficiente para templarse y acertar en las posesiones críticas del encuentro. Porque Agustí Sans se medía al que fue su equipo durante tres temporadas, porque Lolo Encinas regresaba a Pisuerga, la que fuera su casa hace unos meses, Belemene Atencia… por no hablar de la igualdad clasificatoria entre ambos y con la permanencia en juego. Mucho en juego, mucha emotividad y sensaciones a flor de piel en un cóctel explosivo para el cual el mejor antídoto iba a ser el ceñirse estrictamente a un plan, tener la sangre fría y competir desde el pragmatismo. Lo hizo durante buena parte del choque el Pucela, sí, pero no remató la faena. Spencer Littleson, la principal amenaza de los cántabros, comenzó la contienda capitalizando las acciones rivales y anotando para otorgarles el mando. El norteamericano abrió el duelo con un triple, que tuvo la réplica de Demers desde la esquina y una nueva respuesta del foráneo Reggie Johnson. 3-6 de salida, todo desde el perímetro, hasta que el artillero visitante también empezó a encontrar el aro y distanció al cuadro de Torrelavega (3-10). Con un altísimo nivel físico y de contactos en los primeros minutos de juego, los torrelaveguenses dominaron en los primeros compases, pero poco a poco se fue adaptando el Pucela Basket. Así, el trascendental choque entró en un carrusel de triples para unos y otros, con el UEMC RVB entrando de lleno al baloncesto alegre y con sello Lolo Encinas (13-15). Y ganando en ese terreno. De hecho, los de Iñaki Martín subieron marchas y velocidad para golpear con un parcial de 10-0 que obligó al técnico donostiarra a pedir el primer tiempo muerto del partido (20-15). Sin apenas puntos en el último minuto, el cuarto inaugural se cerró con un ajustado 20-17. Desde el tiempo muerto inició una nueva reacción el cuadro norteño, que fue capaz de bajar el ritmo del partido e imponerse en el juego estático. Pero también de correr cuando tocaba y castigar en transición. En ese contexto apareció el ex pucelano Hansel Atencia, experto a campo abierto, para clavar dos triples y un dos más uno que confirmó el cambio de guion (23-31). Ahora fue el turno de Iñaki Martín de pedir tiempo muerto y buscarle un golpe de efecto desde el banco porque los cántabros amenazaban con la escapada. Juan García-Abril regresó a pista y se emparejó con el base colombiano, frenando su momentum y buscando su superioridad física cerca del aro para meter a los de Torrelavega en bonus. Ahí comenzó a sumar con cuentagotas el Pucela, con la aportación de un sublime Mike Torres, el ‘5’ de las ardillas y Shemar Wilson para recortar parte de la desventaja antes de alcanzar el descanso (35-40). Mal final de partido que decide un encuentro clave Para sorpresa de nadie, el partido iba a ser a cara de perro y bien podía decidir una permanencia, lo que hizo que la tensión fuese in crescendo con el paso de los minutos. No así el acierto de un UEMC RVB errático y atascado. Sin puntería desde el triple ni desde el tiro libre (hasta 7 perdonados al descanso que bien podrían cambiar el sino del partido), a los de Iñaki Martín se les atragantó el inicio de la segunda parte. Grupo Alega Cantabria, más fino y con un sobresaliente nivel defensivo, aprovechó la falta de acierto del Pucela para escaparse de nuevo hasta un peligroso +8 (39-47) que obligó al preparador local a pedir tiempo muerto. Los visitantes percutieron una y otra vez en la pintura blanquivioleta con canastas demasiado fáciles y mantuvieron esa renta, metiendo además en bonus (con 4 minutos restantes) a un Pucela que encendió a tiempo todas las alarmas (43-52). Con las goteras causando estragos, provocando varias caídas y amenazando con la suspensión del encuentro, las ardillas resistieron en ese punto crítico y emergió la figura de Josh Mballa y de Juanga para iniciar la reacción que cerró el tercer periodo (53-58). El trascendental partido, de ese modo, se reducía a 10 minutos que bien podían valer media permanencia… o dar un paso atrás importante. Y tuvo opciones de rematar el Pucela, pero no tuvo las piernas ni la claridad para lograrlo. Javi Vega abrió el último asalto con un triple y respondió Samkelo con un dos más uno que empezó a encender al sudafricano. De hecho, un tres más uno de Demers y otra falta que sacó el ‘25’ de los pucelanos metió a los de Lolo Encinas en bonus con un mundo por disputarse… y el UEMC RVB por primera vez mandando después de muchos, muchos minutos remando (67-63). Y ahí estuvo el partido. Los de Iñaki Martín no aguantaron con el mando del partido, lo cual podía provocar dudas en un Grupo Alega Cantabria que llegó más fresco a ese tramo. Los cántabros creyeron, se agarraron con todo e iniciaron un parcial que acabó sentenciando. Si el UEMC RVB se atascó y no vio la manera de anotar, los norteños sí encontraron soluciones en el pick and roll y en el lanzamiento exterior para llegar con un buen margen a la recta final. Se agarró como pudo el conjunto del Pisuerga, alentando por la grada con 5700 gargantas, pero salvo por los tiros libres, no hubo manera de anotar. El cuadro visitante, con templanza y sangre fría, selló

66-64: El Caja Rural RVB sufre otro cruel final de partido

Otro cruel final de partido apea al Caja Rural Real Valladolid Baloncesto de una posible victoria para la que volvió a hacer muchos méritos. El cuadro de David Enciso, Álvaro Díaz, Rafa Fuertes y Alex Justo comenzó el partido con acierto desde el perímetro, abriendo el campo, encontrando buenas opciones y puntería para coger margen en un primer cuarto de pocos puntos. Al buen inicio le dieron continuidad con un buen nivel también en el segundo periodo, mejorando su versión, y llegando al descanso con una ventaja de ocho puntos tras un estirón de Mondragon Unibertsitatea. Los locales, sin embargo, salieron bien al tercer cuarto y el filial blanquivioleta pudo pararlos en los primeros minutos, pero fueron apretando más y más. De hecho, el conjunto guipuzcoano llegó a poner las tablas y ambos equipos encararon los últimos diez minutos empatados. La igualdad se mantuvo hasta el final. Con alternativas en el marcador pero a remolque en el tramo final, el Caja Rural RVB logró remontar y se metió de nuevo en el partido. De hecho, un triple de los vallisoletanos a falta de diez segundos puso un empate virtual que parecía presagiar una prórroga, pero a las ardillas les aguardaba otro final cruel. Una canasta de los vascos decidió el partido por dos puntos, ya que los castellanos se la jugaron de tres en la última posesión para llevarse la victoria pero no lo lograron.

83-102: El UEMC RVB se impone en Castellón y da otro paso adelante

Segundo triunfo consecutivo del UEMC Real Valladolid Baloncesto, segunda final por la permanencia que se anotan los de Iñaki Martín. Tras un encuentro a cara de perro en la pista del Amics Castelló y con ciertos tintes de déjà vu a la pasada victoria ante el HLA Alicante, los blanquivioleta dan un paso adelante hacia el objetivo después de un choque que dominaron de principio a fin aun con dos partes muy diferentes entre sí (83-102). Una primera más brillante de las ardillas en la que llegaron a ganar hasta por 22 puntos y que finalizó con 14 de renta al descanso (40-54) y una segunda de saber sufrir y competir para resistir la acometida local (54-57) y terminar sentenciando con un final plácido. No sin sufrimiento en un tramo crítico del tercer cuarto, el conjunto de Iñaki Martín volvió a dejar buenas sensaciones y fue mejor que un rival directo en los dos contextos. De inicio, eso sí, fue Amics Castelló el equipo que comenzó más fino, anotando en sus primeras posesiones y haciéndose con el mando del partido. Los malos ataques del UEMC Pucela Basket se tradujeron en un 7-0 de inicio por la mala selección de tiros visitantes, y estos necesitaron cerca de 4 minutos para ver sus primeros puntos. Fue Shemar Wilson quien abrió la lata del bando visitante, que se agarró al remolque aprovechando también la baja puntería de los valencianos. Pero el UEMC RVB fue carburando poco a poco. La entrada de Dani Manchón a pista, la que fuera su casa la pasada campaña, activó a los suyos en defensa y permitió a las ardillas correr al contraataque para voltear el tanteo. El 0-7 de los pucelanos, con velocidad en transición, otorgó la primera ventaja a los de Iñaki Martín, quienes continuaron marchas (9-11). El encuentro enloqueció y tornó en un ida y vuelta en el que reinó Shemar Wilson. Si el interior norteamericano marró los cuatro primeros tiros del Pucela, en este tramo encadenó dos triples y una canasta llegando como tráiler (terminó el primer acto con 12 tantos) para estirar a los suyos y abrir todavía más el parcial (12-19). Ahí lo paró Frederik Castelló con el primer tiempo muerto del choque, lo que permitió a los castellonenses reaccionar y acercar posturas en la recta final del cuarto (21-24). No conforme con el primer estirón, el conjunto blanquivioleta inició el siguiente acto subiendo prestaciones con la segunda unidad en pista y reventando el partido. Los triples de Sergio y Samkelo y una nueva canasta de Mballa abrieron brecha y el UEMC RVB izó el listón de su máxima ventaja hasta los 13 (21-34). En un visto y no visto se escapó el conjunto de Iñaki Martín y obligó a su homólogo a pedir una nueva tregua. Jalen Tate asumió galones y trató de liderar la réplica de los azulejeros, pero las ardillas no solo mantuvieron el tipo y defendieron su colchón, sino que amenazaron con romper el duelo del todo. El exterior estadounidense se fue hasta los 16 puntos y Amics Castelló se puso a 12 (28-40), lo que dio pie ahora a Iñaki Martín a pedir su primer tiempo muerto del partido. Mejoró de inmediato el equipo del Pisuerga y reanudó la marcha yéndose a la yugular de un rival que estuvo sobre la lona durante varios minutos. Como hace apenas seis días ante el HLA Alicante, el UEMC RVB de forma brillante hizo caja y aprovechó sus mejores minutos por lo que pudiera pasar después, llegando a disponer de una nueva máxima de 22 tantos, aunque al descanso la diferencia era de 14 (40-54). Reacción contundente para sumar la segunda al hilo Hasta el momento lo estaba casi bordando el equipo castellano en una nueva final, igual que hicieran ante los alicantinos tras un segundo cuarto descomunal, pero ese precedente dictaba que no había nada hecho. Literalmente, porque ese último choque ejerció casi de déjà vu. Los de Frederik Castelló aprovecharon las concesiones del Pucela por no haber rematado la faena en el segundo cuarto, y regresaron a la pista con un nivel físico y de acierto superior que permitió recortar gran parte de la renta en apenas dos minutos y medio (53-57). Y al igual que hace seis días, tiempo muerto de Iñaki Martín casi encadenado con el descanso para reactivar a los suyos ante un Amics Castelló que volvió a la pelea metiéndolo todo por momentos. Mike Torres se fue al banco con tres personales, incómodo todo el encuentro ante el listón físico que le plantearon los locales, pero Agustí Sans dio un paso adelante para cortar el parcial local (53-59). Con esos márgenes el partido se puso ya a cara de perro y comenzó a tener tintes de final por la permanencia, y ahí el UEMC RVB volvió a imponerse con sapiencia y carácter. Dani Manchón se sumó a la causa del base menorquín y comandó el enésimo estirón pucelano para alcanzar los últimos diez minutos con un margen de seguridad (68-80), más aún después de ver a los valencianos a solo tres de diferencia. A la postre acabó siendo el mazazo definitivo para el conjunto azulejero. Iñaki Martín optó por un quinteto físico para iniciar el asalto definitivo, con Juanga y Samkelo sobre el parqué, manteniendo también en pista a un buen Josh Mballa, redimiéndose con un rendimiento notable en el Ciutat. Y aunque se atascaron ligeramente los blanquivioleta, la actividad defensiva mantuvo a raya al Amics Castelló. Tras unos minutos de bloqueo volvió a lucir Agustí Sans en el que seguramente estaba siendo su mejor partido de la temporada, y demostró su criterio para llevar a buen puerto dos ataques y dar otro golpe a los de Castellón de la Plana. El trabajo atrás de Juanga, acompañado de puntos al otro lado de la cancha y junto con la aportación de Samkelo, ratificaron el excelente partido de la segunda unidad pucelana para distanciarse definitivamente del conjunto local. El UEMC RVB había cortado de raíz

61-64: Al Caja Rural RVB se le escapa la victoria y confirma su descenso

El Caja Rural RVB confirmó su descenso a Primera Nacional de la forma más cruel posible y, de nuevo, tras un buen partido, peleado y con opciones de victoria hasta la última posesión. El cuadro blanquivioleta comenzó con solidez atrás, plasmando una de las claves del partido, cerrando bien el rebote y con buenas acciones al otro lado de la cancha. El acierto en el triple y los buenos porcentajes permitió al Pucela hacerse con 9 de ventaja al término del primer cuarto (23-14) y con la sensación de que esa renta pudo ser mayor. En el segundo acto encadenaron buenos tramos y se mantuvo la puntería de tres, aunque Ulacia ZKE fue aumentando su ritmo y sus jugadores importantes despertaron. Aún así, el conjunto de David Enciso, Álvaro Díaz, Rafa Fuertes y Alex Justo alcanzó el descanso 10 arriba. El equipo de Zarautz, los foráneos, reanudaron la marcha con mucha intensidad, pero el Caja Rural RVB logró frenar esa primera acometida y mantuvo la renta. Esa iniciativa se mantuvo hasta la recta final del último cuarto, a cinco minutos para el final, cuando los foráneos lograron ya ponerse por delante. Ahí cambió el contexto del partido y esos márgenes mínimos prevalecieron hasta el final, llegando incluso con empate a los últimos segundos. Y ahí la crueldad se cebó con los vallisoletanos. Un triple a tablero a falta de pocos segundos le dio una última y desesperada oportunidad al conjunto del Pisuerga, pero no entró la bola y el partido finalizó 61-64. Y el descenso a Primera Nacional se consumó de la forma más cruel posible.  

90-88: El UEMC RVB se anota la primera final tras un desenlace de locos

Final por la permanencia, final de infarto… pero con triunfo blanquivioleta. El UEMC Real Valladolid Baloncesto se impuso al HLA Alicante en el primer duelo decisivo por la permanencia de los ocho que restaban (ahora siete) después de un partido que lo tuvo absolutamente todo. Homenajes, reconocimientos, el mejor cuarto de la temporada y posiblemente primera mitad (52-29 en el tiempo de asueto) y un desenlace no apto para cardíacos cuando parecía encarrilado al descanso. Fuera como fuese, los de Iñaki Martín tenían que ganar por lo civil o por lo criminal y tuvieron la cabeza fría para, con acierto desde la línea de personal, contener la presión y la ansiedad hasta cerrar un duelo trascendental contra un gran equipo. Y es que al UEMC RVB, en un día marcado por la efeméride de los 100 partidos oficiales de Maj Kovacevic y el reconocimiento al ex Niksha Federico, le costó arrancar, pero derrochó energía en dos partes totalmente diferencias. Una, la primera, brillante; y otra, la segunda, de saber competir en el barro, agarrarse, y mantener las pulsaciones bajas para poner la octava victoria de la temporada. Sangre, sudor… y muchas notas baloncestísticas positivas ante un conjunto que llegaba con la flechita para arriba. Porque el UEMC RVB comenzó frío, frenado, sufriendo también ante el buen nivel defensivo del rival, que también juega. Vaya si lo hace e hicieron. De hecho, los valencianos iniciaron 0-5 la contienda, pero Vucetic rompió el parcial buscando el poste, aprovechando su superioridad en kilos sobre Kačinas, abriendo la lata para un Pucela errático de primeras. Ahí estaba una de las bazas del partido, el duelo en el poste, el cual protagonizaron ambos también sumando desde el triple. El ala-pívot visitante marcó las diferencias por partida doble (terminó con 24 tantos) y el serbio dio la réplica al segundo de ellos para mantener a las ardillas en la estela (5-9). HLA Alicante salió mejor que los pucelanos, con más fluidez y acierto y mantuvo una buena renta durante gran parte del cuarto. Espesos los locales, los ataques del cuadro de Iñaki Martín se estrellaron contra la gran defensa alicantina, aunque en la recta final del cuarto por fin encontraron el camino. Mike Torres con un dos más uno y Samkelo Cele partieron desde el banquillo aportaron canastas para apagar el primer fuego (del 8-15 al 13-15), aunque los primeros 10 minutos terminaron con una desventaja de 5 (14-19). La batalla se presentaba cruda y quedó bien patente desde el inicio. Y el UEMC RVB dio uno, dos, tres y hasta cuadro pasos más, interpretándolo a la perfección. La segunda unidad del Pucela salió desde el banco con el cuchillo en los dientes, subió líneas, creció en agresividad y logró la igualada tras un triple espectacular, que no extraordinario porque acostumbra a ello, del centenario Kovacevic (19-19). Rubén Perelló, con un tiempo muerto, intentó frenar la inercia, pero el vendaval ya había comenzado y fue imparable… hasta el descanso. El UEMC RVB embarró el partido y logró cambiar las tornas por completo ante un HLA Alicante que ahora no veía aro y pagó cara su desconexión. Todo lo contrario que un cuadro, el vallisoletano, desatado, desfondándose atrás, tocando todos los balones y encontrando puntería al otro lado de la cancha. Acción-reacción. Un triple de Vucetic obligó al preparador visitante a pedir un nuevo tiempo muerto (29-22) y sirvió para poner tierra de por medio, plasmando los buenos minutos de juego con tantos de ventaja. El tremendo parcial acabó siendo de 23-0 con un Dani Manchón en modo revolucionario, forzando pérdidas y corriendo al contrataque, para liderar al Pucela hasta un estelar +23 al descanso. El palentino, Mike Torres y Shemar Wilson (terminó con 23 puntos y 19 rebotes…) acercaron mucho la victoria, aunque no fue definitivo. Saber sufrir para ganar Afortunadamente el UEMC RVB había mandado a la lona a los alicantinos y aprovechó ese noqueo para hacer caja, porque al final la renta fue absolutamente crucial para sumar la octava. Pero no está escrito lo que hubo que sufrir para ello. El paso por vestuarios enfrió y paró por completo al UEMC RVB. Quizá el subconsciente blanquivioleta pensó que estaba todo hecho y que HLA Alicante ya hincaba la rodilla, pero nada más lejos de la realidad. Los visitantes reanudaron la guerra creyendo y apenas dos minutos y medio después del descanso, Iñaki Martín tuvo que pedir tiempo muerto para llamar a los suyos a filas (54-37). Kevin Larsen comenzó a aparecer para tirar del carro del HLA Alicante, cada vez más cerca del UEMC RVB y amenazando con la remontada. Y pasito a pasito terminaron lográndolo. Sin hacer mucho ruido fueron recortando las diferencias, variando las defensas y aprovechando el atasco ofensivo de un Pucela que, con carácter y saber competir, alcanzó los últimos diez minutos con 12 de ventaja (65-53). Pero el partido se descontroló por completo con un sinfín de faltas para unos y para otros y que facilitó el regreso del HLA Alicante a la pelea. Ahí emergió el visitante Jordan King (que hizo 25, todos ellos en la segunda parte), que puso Pisuerga patas arribas con tres triples consecutivos (68-62) para, definitivamente, poner la batalla en un puño. Ya no había mucha más renta que defender y el encuentro entraba en la parte crítica. Dani Manchón regresó del banquillo para erigirse como el antídoto del base foráneo y las pérdidas forzadas entre él y un descomunal Shemar Wilson saltando al dos contra uno dieron aire al UEMC Pucela Basket. Los de Iñaki Martín, dando la tecla junto con su staff de cómo defender, parecían alejarse, pero no terminaron de rematar la faena. Tampoco ayudó el número de tiros libres que dispuso el cuadro visitante, que recibió hasta 13 faltas en el cuarto (por las 15 en lo que iba de partido, por contextualizar). Tiro libre a tiro libre rebajaron la desventaja y pucelanos y alicantinos llegaron al carrusel final de la línea de personal con todo por decidir. Las

88-61: El UEMC RVB cae en la pista del líder

El UEMC Real Valladolid Baloncesto no pudo dar la sorpresa en la cancha del líder. Silbö San Pablo Burgos dominó de principio a fin y demostró su condición con una exhibición de solidez y acierto ante un cuadro, el blanquivioleta, que recuperó la intensidad de hace unas semanas y plantó cara en el Coliseum. Los de Iñaki Martín estuvieron bien en el plano físico e igualaron el tono de los azulones, pero negados en ataque, en el tiro y en las pérdidas, y no pudieron lograr la machada. La nota positiva, sin embargo, fue la versión de contactos del conjunto vallisoletano. Intenso atrás, solvente en el rebote aunque errático en el tiro, la no victoria en Burgos atiende principalmente al nivel ofrecido por los locales, simplemente superiores al Pucela. Así, ya desde el inicio el UEMC RVB sufrió ante la solidez de un Silbö San Pablo Burgos que puso el listón físico muy alto a las primeras de cambio. Las ardillas necesitaron más de dos minutos para sumar sus primeros puntos (4-2) con una canasta de Kovacevic, aunque la labor atrás visitante también fue francamente buena. Además del buen trabajo defensivo de ambos, lo cierto es que ningún equipo comenzó el derbi acertado y los fallos en el tiro se sucedieron, manteniendo la igualdad. Un triple de Cremo, en pista con dos faltas, estiró un poco a los locales, aunque los vallisoletanos se mantuvieron en la estela manteniendo el tono atrás y en el rebote. Hasta que las rotaciones entraron en juego. Los burgaleses, con más pólvora en el banquillo y acierto desde el perímetro, volvieron a realizar otra escapada y obligaron a Iñaki Martín a pedir el primer tiempo muerto de la contienda (15-8). Y al término del primer acto ampliaron esa ventaja hasta los +8 después de su tercer zarpazo de tres (19-11). Sergio de la Fuente abrió el segundo contestando desde el perímetro y peleando con garra ante las torres burgaleses, pero estos fueron creciendo ofensivamente y encontraron el acierto que no tenían las ardillas. Golomán clavó dos triples y Wemby castigó dos errores con dos mates en transición para izar la máxima hasta los 15 tantos (33-18). El líder comenzaba a coger velocidad de crucero y a demostrar por qué es el primer clasificado de la liga. Lo paró de inmediato el preparador del Pucela, que trató de encontrar soluciones variando los quintetos y los sistemas defensivos. Y mejoró algo el UEMC RVB, reacio a capitular, subiendo un poco más el tono pero todavía errático y espeso (9 pérdidas y 2/9 en triples). Así las cosas, el Silbö San Pablo Burgos alcanzó el descanso con su máxima hasta el momento: 18 puntos (43-25). El líder no da opción Dispuesto a lograr la doble machada de remontar y llevarse la victoria del coso burgalés, el UEMC RVB reanudó la contienda mejor que su rival. Los de Iñaki martín cerraron el rebote, subieron líneas y aprovecharon la concesión de los burgaleses, poco precisos ahora en el tiro, para reducir la renta y acercarse en el marcador (47-34). Pero Bruno Savignani pidió tiempo muerto y cortó de raíz el conato de resistencia del UEMC RVB. Los de la ciudad del Cid volvieron a la pista con centímetros y triples, poniendo tierra de por medio (56-38) y cortando las alas de un voluntarioso Pucela Basket. Desde ahí el parcial fue de 14-4, obligando ahora a Iñaki Martín a solicitar la tregua y tratar de reajustar el guion de nuevo (61-38). El margen se mantuvo a pesar de la buena labor de Josh Mballa en la recta final del cuarto, el cual cerró Álex Barrera con un triple que mantenía los 23 de diferencia (66-43). Sin tiempo para lograrlo ni marchas para superar una gran versión del líder, el UEMC RVB no bajó los brazos y peleó con corazón, pero capituló tras un último cuarto sin historia. Silbö San Pablo Burgos manejó el reloj y la ventaja a la perfección, sin bajar el pie del acelerador en ningún momento y hasta llevarse el derbi castellano por 88-61. Los de Iñaki Martín ante el cuadro azulón, que demostró por qué es el líder y camina con paso firme y seguro hacia la Liga Endesa. El UEMC Real Valladolid Baloncesto regresará al Polideportivo Pisuerga con el vital encuentro ante el HLA Alicante del sábado 29 de marzo a las 19.00 horas. Ficha técnica: 88 – Silbö San Pablo Burgos: Jón Axel Guðmundsson (6), Gonzalo Corbalán (6), Joe Cremo (10), Roberts Stumbris (11), Luke Fischer (13) -quinteto inicial-. También jugaron: Dídac Cuevas (0), Emmanuel Wembi (4), Pablo Almazán (6), Álex Barrera (6), Dani Díez (-), György Golomán (16) y Miha Lapornik (10). 61 – UEMC Real Valladolid Baloncesto: Mike Torres (7), Jaan Puidet (4), Maj Kovačevič (13), Shemar Wilson (5), Vasilije Vučetić (14) -quinteto inicial-. También jugaron: Juan García-Abril (0), Dani Manchón (3), Eric Demers (0), Agustí Sans (0), Sergio de la Fuente (8), Samkelo Cele (0) y Josh Mballa (7). Parciales: 19-11, 24-14 (43-25 al descanso), 23-18 (66-43) y 22-18 (88-61 final). Árbitros: Morales García-Alcaide, Lizana Moreno y Alejo Sánchez. Incidencias: Partido correspondiente a la vigesimosexta jornada de la Primera FEB, disputado en el Coliseum Burgos el sábado 22 de marzo de 2025.