Roberto González se despidió entre lágrimas del UEMC Real Valladolid Baloncesto este miércoles por la tarde, en la sala de prensa del Polideportivo Pisuerga y tras una comparecencia sentida, honesta y que finalizó con aplausos por parte de la plantilla, cuerpo técnico, personal del Club y de las categorías inferiores, y medios de comunicación asistentes.
El técnico de Carpio, emocionado, comenzó con un agradecimiento sincero a todos los estamentos del equipo y del Club. “Solo quiero agradecer. Agradecer en primer lugar a Pepe Catalina por haber confiado en mí y seguir confiando; a Mike Hansen, que cuando llegué era el presidente; a mis compañeros, Alejandro Paniagua, Mario de Ana, Alfredo Calle, Pedro Mateu, Teo Hernández, David Velasco, Javier Alonso, Lourdes Martín, Víctor Garrido, Iñaki Sola y Ana Puente; a todos los entrenadores de las categorías inferiores, empezando por David Enciso, porque han estado y siguen estando ahí, y porque es muy importante que en el Club siga habiendo cantera; a mis jugadores por su respeto y esfuerzo; y a la afición por cómo me han tratado y respetado. Vine aquí para que disfrutaran y no he sido capaz. Lo siento mucho”.
“Es duro porque yo estoy muy bien aquí. He estado encantado, he trabajado muy bien y quería estar aquí. Me duele en el alma el equipo y la situación. Había que tomar un cambio y así me lo han hecho saber. Yo no quería ser un problema, sino parte de la solución. Han pensado que no lo soy y no pasa más”, reconoció Roberto González, emocionado.
“El deporte es así y depende de detalles. Si el primer día ganamos a Granada igual vamos para arriba como locos. A lo mejor si el virus no nos afecta y el calendario nos viene bien, íbamos a estar diferentes. Pero eso no lo sabe nadie y es lo que nos ha tocado vivir”, señaló.
“Os voy a contar una anécdota con Manel Comas. Hace años, en un tiempo muerto para preparar la jugada decisiva del partido, pinta una jugada con Carlton Myers. Pero Carlton Myers salta a la pista y le dice a Iván Corrales: ‘Niño, me das el balón, me hacen la falta, meto los tiros libres y ganamos’. Y pasó tal cual. Manel Comas, que era muy listo, dijo: ‘Enhorabuena, hemos ganado, pero haciendo lo que yo decía, también hubiéramos ganado. Pues eso mismo digo yo. Este equipo se va a salvar y si yo siguiera también se salvaría”, concluyó.
Tras la rueda de prensa, Roberto González, ovacionado y emocionado, abandonó la sala de prensa del Polideportivo Pisuerga, en la que estaban presentes jugadores, cuerpo técnico, personal del Club y de las categorías inferiores, y medios de comunicación, quienes aplaudieron y mostraron su cariño al técnico vallisoletano.