Al UEMC RV Baloncesto le salió cruz en los minutos finales ante el Raisan Pas Piélagos (74-84). Los pupilos de David Enciso y Alejandro Paniagua realizaron un gran partido de principio a fin ante uno de los gallitos de la temporada, llegando a empatar el partido a falta de tres minutos por disputarse. La falta de experiencia, no obstante, castigó a un Pucela valiente y que pagó su juventud con varias posesiones críticas que no llegaron a buen puerto y que decidieron el partido en favor de los verdinegros.
En su regreso a Pisuerga después del buen partido realizado en la cancha del líder, al UEMC RV Baloncesto le costó tomarle la medida al partido y fue Raisan Pas Piélagos quien, con más ritmo desde el inicio, impuso su ley una vez se echó el balón al aire. Un parcial de 2-10 dio alas a los visitantes, pero el filial blanquivioleta no se fue del partido y resistió hasta que comenzó a levantarse. Tras un tiempo muerto de David Enciso y Alejandro Paniagua (4-17), el cuadro local resurgió y dilapidó gran parte de la renta cántabra en un abrir y cerrar de ojos que cerró un igualado primer periodo (19-23).
Ya con el tono físico que requería el partido, los vallisoletanos comenzaron.a jugar de tú a tú ante los verdinegros, pero estos volvieron a subir una marcha más para estirarse en el marcador (22-34). Los vallisoletanos, más desacertados que en otras ocasiones y ante un rival muy aguerrido, no se amedrentaron y continúan con su plan de juego, lo qu les sirvió para alcanzar el descanso con una distancia salvable (36-46).
La buena dinámica del filial pucelano no mermó tras el paso por vestuarios. Tras reajustar las piezas y las ideas, el UEMC RVB salió al parqué del Frontón del Polideportivo Pisuerga con la directa y se pudo manos a la obra para conseguir la remontada. Y no tardó en lograrlo. Los pupilos de David Enciso y Alejandro Paniagua se exigieron en defensa y comenzaron a frenar las acometidas visitantes para, con velocidad y ritmo, castigar al otro lado de la cancha. De hecho, los locales llegaron a colocarse a solo dos puntos de distancia de su adversario, pero finalmente ambos conjuntos llegaron con un resultado de 56-62 a los últimos diez minutos de juego.
El buen hacer del Pucela apretó aún más las tornas antes de afrontar los momentos críticos del partido. Los blanquivioleta lograron empatar (69-69) a falta de tres minutos, aunque se habían metido rápidamente en bonus y Raisan Pas Piélagos castigó sumando desde la línea de personal. Con cuentagotas y haciéndose fuertes en la pintura, los cántabros mantuvieron a raya a un UEMC que gozó de un par de posesiones para ponerse por delante.
Pero la puntería falló en el momento más inoportuno. La juventud del UEMC RV Baloncesto afloró y atenazó a unos blanquivioleta que no fueron capaces de dar su nivel en las posesiones críticas. Los verdinegros, más veteranos y aguerridos, todo lo contrario, se encomendaron a sus hombres importantes para sentenciar a falta de un minuto (69-78) y castigaron la visoñez del Pucela (74-84). La tercera victoria de la campaña se resiste a pesar de que las sensaciones siguen en alza semana tras semana.
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Ficha técnica:
(74) UEMC Real Valladolid Baloncesto: David Díez (6), Pablo Cuadrado (2), Juan Sáez (11), David Fernández (15), Juan García-Abril (7) -quinteto inicial-. También jugaron: Guillermo Raposo (0), Álvaro García (8), Pablo Domingo (0), Pablo Fidalgo (-), Ángel Pérez Zapatero (19), Guillermo Fernández (0) y Adrián de la Fuente (6).
(84) Raisan Pas Piélagos: Sutina (26), Solorzano (5), Fernández (13), Iglesias (13), Marello (13) -quinteto inicial-. También jugaron: Ortega (0), Sáiz-Bustamante (2), Gómez (-), Tezanos (2), Mockaitis (2), Robertson (8) y Rodríguez (0).
Parciales: 19-23, 17-23 (36-46), 20-16 (56-62) y 18-22 (74-84 final).
Árbitros: Alonso Díez y Cubero Rodríguez. Eliminados los locales Juan Sáez y Juan García-Abril con cinco faltas personales.
Incidencias: Partido correspondiente a la decimosexta jornada de la liga regular del grupo A-B de la Liga EBA, disputado el domingo 7 de marzo en el Frontón del Polideportivo Pisuerga a puerta cerrada.